El 16 de marzo, el Gobierno Nacional tomó la medida de suspender las clases presenciales en todas las instituciones educativas del país. Desde esa fecha, decidieron también adelantar el periodo de vacaciones entre el 30 de marzo y 20 de abril. Sin embargo, ante la incertidumbre de la emergencia sanitaria por la propagación de Coronavirus, los estudiantes debieron retornar a las clases de forma virtual y continuar el ciclo formativo a través de esta modalidad.

Esta situación, significó un reto enorme para los centros de educación tanto públicos como privados que no preveían virtualizar al 100% sus actividades. Muchos de estos debieron actuar rápidamente y con metodologías improvisadas para la enseñanza en casa, intentando suplir las necesidades de los estudiantes.

Hilda Mosquera es Jefe de Proyectos e Innovación educativa y Líder del Programa Santillana 360°. Según su experiencia en la transformación educativa y en la formulación de estrategias de comunicación y marketing para los colegios, “el Coronovirus está agilizando los procesos de transformación a una velocidad vertiginosa”.

La educación ha avanzado de una manera muy cambiante en las metodologías de enseñanza desde el siglo 20. Actualmente, la idea es pasar de ser una producción de conocimientos en masa, al desarrollo de habilidades de forma individual.

Virtualización

En medio de esta transformación, la virtualización ha venido implementándose como una opción, sobretodo para la educación a distancia, pero nunca como la única alternativa. Es por esto, que este cambio repentino, es de difícil asimilación para todos los integrantes de la cadena de aprendizaje: directivos, maestros estudiantes y profesores.

“Hoy nuestro relacionamiento como seres humanos está permeado por pantallas y la educación no es exenta a esta situación. Nosotros desde Santillana hemos venido acompañando a los colegios en el rediseño de actividades pedagógicas para la implementación de la formación remota, a través de componentes digitales que están fortaleciendo sus ofertas educativas. Hoy con el Coronavirus han tenido que hacer esfuerzos enormes para migrar al mundo virtual y llevar un servicio que ha sido 100% presencial al aprendizaje remoto”, dijo Mosquera.

Uno de los retos es adaptar esta metodología a los modelos de enseñanza personalizados. “Los colegios en su afán de poder recaudar sus pagos mensuales de pensión, saturaron en un primer momento las agendas con guías y horarios extensos, pensando que era la mejor forma de validar sus procesos y servicios”. Así lo aseguró la líder del Programa Santillana 360°.

Dijo también que es un error intentar llevar los mismos métodos de aprendizaje presencial a la virtualidad. «No es posible tener más de 4 horas a los niños sentados frente a un computador escuchando un discurso, porque los niveles de atención no son los mismos».

Lo ideal es aprovechar esta situación para lograr desarrollar habilidades como el aprendizaje autónomo. «Los niños se enganchan cuando les despertamos la pasión por aprender».

Escenario actual

La recesión económica como repercusión del Coronavirus, sin duda ha golpeado cada uno de los sectores. El educativo, fue uno de ellos.

A través de un comunicado, diferentes agremiaciones que afilian a colegios privados del país, aseguraron que el 80% de los padres de familia cesaron el pago de pensiones desde mediados de marzo. Solicitan al Gobierno Nacional una garantía además del endeudamiento bancario, que puso a disposición, porque las instituciones no saben como pagar la nómina y según lo afirmaron, están al borde de un cierre inminente.

Además de la solvencia económica, existe un desconocimiento por parte de los miembros de la comunidad educativa, sobretodo los padres de familia, con respecto al aprendizaje de forma virtual.

De alguna manera no ven justificados los pagos de las pensiones en la formación que reciben los estudiantes de forma remota. En este escenario, es importante implementar una estrategia de marketing educativo que cambie este imaginario.

Marketing educativo

«Uno de los principales retos que tienen las instituciones es transmitir a toda la comunidad cada uno de esos procesos de cambio. Es por ello que la comunicación y el marketing educativo, permiten a los colegios visibilizar sus transformaciones en los diferentes canales y generar conversación con sus públicos internos y externos», aseguró Hilda Mosquera.

Según la Jefe de Proyectos e Innovación educativa, es importante desligar los modelos de aprendizaje de las instalaciones. «Con Santillana estamos trabajando con los colegios para evidenciar todo el trabajo que se está haciendo detrás de las clases virtuales. Los niños no están yendo al colegio, pero lo que están cerradas son las instalaciones, la escuela sigue viva, el aprendizaje se mantiene».

Este, debería ser el mensaje y la postura a tomar por las instituciones. Como colegios, no se venden instalaciones como único valor, se vende un servicio educativo integral, que incluye personal capacitado, propuestas formativas diferenciales, y entre otros.

Un buen marketing educativo, permitirá a los colegios visibilizar estas propuestas para sistematizar los procesos de captación de estudiantes y fidelizar y retener a los actuales.

Ahora, frente a la coyuntura que atravesamos, la forma correcta de hacer llegar ese mensaje es capitalizando el relacionamiento que tenemos como seres humanos, a través de los dispositivos tecnológicos.

Hilda menciona algunas de las estrategias que desde los colegios que asesora el programa Santillana 360°, están implementando. “Nuestros colegios se están reinventando y están apostando por estrategias innovadores, algunos de ellos están haciendo Facebook Live de rumba terapia con los profesores de educación física, aeróbicos para los niños, y zumba para mamás, entre otras”.

En cuanto a la captación de nuevos estudiantes, de cara a las matrículas de los colegios de calendario B, empezarán a hacer los Open Day de forma virtual. Y así, poco a poco, empezar a decantar los viejos modelos y adaptarse a la nueva normalidad.

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