Para dar cumplimiento a esta meta operativa que se traza Red Hat, de alcanzar las cero emisiones netas para 2030, la compañía sigue un programa científico que pretende limitar el calentamiento global a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales e incluye emisiones de alcance 1 y 2, además de las emisiones de alcance 3 asociadas con el consumo de electricidad de la empresa en centros de datos de proveedores externos.

La empresa se ha sometido a un riguroso ejercicio para desarrollar un perfil de contabilidad de emisiones que establece el año 2019 como línea de base.

“Mediante la creación de un plan integral que se funda en nuestra estrategia de nube híbrida abierta, en línea con los objetivos climáticos generales de IBM, reduciremos nuestro impacto en el medio ambiente y preservaremos el planeta para las futuras generaciones. Todos desempeñamos un papel en la reducción de la huella de carbono y esta es solo una de las muchas formas en que Red Hat cumple con su parte”, explica Matt Hicks, presidente y CEO de Red Hat.

Para alcanzar la meta de cero emisiones netas para 2023 o una fecha anterior, Red Hat se compromete a lo siguiente:

• Reducir en un 65% para 2025 el nivel de emisiones de GEI registrado en 2019
• Priorizar las iniciativas en materia de eficiencia energética y obtención de energías renovables, lo cual incluye la meta de alcanzar un 75 % de electricidad renovable para 2025 y un 90 % para 2030.
• Ampliar los contratos de energías renovables para respaldar todas las operaciones de las instalaciones con mayor consumo de energía e implantar estándares de diseño sostenible en toda la cartera inmobiliaria de la empresa a fin de reducir el consumo.

Y para garantizar la transparencia y la responsabilidad, Red Hat documentará y hará público su plan de reducción de emisiones GEI a través del informe de Responsabilidad Comunitaria y Social (CSR) anual de la empresa y su sitio web. De hecho, los datos de las emisiones GEI de Red Hat para el período 2019–2021 están disponibles en su informe CSR de 2021.

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