En Colombia, la pandemia, la inflación y la devaluación de la moneda, han cambiado significativamente la forma en que los consumidores toman decisiones.
En este nuevo escenario, el perfil del consumidor colombiano se ha visto afectado por varios factores que han influido en sus hábitos de consumo y preferencias.
La crisis económica ha afectado el poder adquisitivo de los consumidores, quienes se han vuelto más selectivos y conscientes del valor que le dan a su dinero. Los colombianos están buscando cada vez más opciones de productos y servicios de calidad a precios accesibles, y esto ha llevado a un aumento en la demanda de marcas y productos locales.
Otro cambio importante en el consumo es una mayor atención a los precios y las promociones. Hoy son más cuidadosos con sus gastos y comparan los precios de los productos en diferentes tiendas, para encontrar las mejores ofertas.
Se ha observado un aumento en la demanda de productos de consumo básico, como alimentos, productos de higiene personal y artículos de limpieza del hogar, priorizado estos gastos básicos, en lugar de productos de lujo o no esenciales. Así mismo, la tendencia hacia un estilo de vida más saludable ha llevado a un aumento en la demanda de productos orgánicos, naturales y sin conservantes.
El comportamiento del consumidor colombiano varía también, según la edad de cada grupo, por eso vale la pena ver un poco quiénes son y qué influye en sus decisiones de compra.
Los jóvenes de la Generación Z (nacidos después de 1997) son conocidos por ser nativos digitales y están muy familiarizados con la tecnología y las redes sociales. Son consumidores muy informados y exigentes, y suelen investigar y comparar antes de realizar una compra. Les gusta la personalización y la exclusividad, y prefieren marcas que les permitan expresar su identidad y valores.
Esta generación es muy consciente del impacto ambiental y social de las empresas, y prefieren marcas que sean sostenibles y socialmente responsables. También buscan experiencias y no solo productos, por lo que las marcas que ofrezcan eventos, contenido exclusivo y actividades atractivas tendrán más éxito con ellos.
Los Millennials, (nacidos entre 1981 y 1996), son una generación muy influyente en el comportamiento del consumidor colombiano. Son conocidos por ser muy informados y tener una mentalidad emprendedora, lo que los lleva a buscar constantemente nuevas oportunidades y productos innovadores. Son consumidores muy exigentes y buscan calidad, conveniencia y precios competitivos.
La Generación X ,(nacidos entre 1965 y 1980), valora la calidad y la confiabilidad en los productos y servicios que adquieren. Son consumidores más tradicionales y prefieren marcas establecidas y conocidas, aunque también están abiertos a probar nuevas opciones. Les gusta la comodidad y la eficiencia, y buscan productos y servicios que les permitan ahorrar tiempo y esfuerzo.
Además, la Generación X, es una generación que valora la familia y las relaciones personales, por lo que las marcas que ofrezcan productos y servicios para compartir en familia o para fortalecer las relaciones personales, tendrán más éxito con ellos.
Los Baby Boomers, (nacidos entre 1946 y 1964), son una generación que valora la experiencia y la calidad en los productos y servicios que adquieren. Son consumidores muy leales a las marcas y prefieren aquellas reconocidas y establecidas en el mercado. Les gusta la comodidad y la eficiencia. Buscan productos y servicios que les permitan ahorrar tiempo y esfuerzo.
En cuanto a la forma de compra, la pandemia aceleró la adopción del comercio electrónico en Colombia. Muchos consumidores han optado por comprar en línea, debido a los inconvenientes de movilidad en muchas ciudades y la conveniencia que ofrece el canal. Según un estudio realizado por la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico, en el primer semestre de 2022, las ventas por comercio electrónico en el país aumentaron en un 25% en comparación con el mismo período del año anterior.
Otro canal de consumo en tendencia es el uso de aplicaciones móviles para realizar compras y transacciones financieras. En Colombia, aplicaciones como Rappi y Uber Eats han ganado popularidad, debido a la comodidad y la seguridad que ofrecen.
En cuanto a los canales tradicionales, las tiendas de barrio son una parte importante del tejido social y económico de muchas comunidades colombianas. Los segmentos más populares siguen abasteciendo su compra diaria y semanal en ellas, ofreciendo una amplia variedad de productos, y una atención personalizada, lo que conecta bastante bien con este segmento.
En cuanto a las tiendas en línea y los centros comerciales han aumentado su participación en el mercado. Estos market places ofrecen una mayor variedad de productos y una experiencia de compra más personalizada, mientras que los centros comerciales ofrecen una experiencia de compra más tradicional, con la posibilidad de ver y probar los productos antes de comprarlos.
En resumen, los consumidores en Colombia han evolucionado rápidamente en los últimos años. La pandemia ha acelerado la adopción de tecnologías digitales y ha cambiado los hábitos de compra. El comercio electrónico y las aplicaciones móviles son cada vez más populares, y los consumidores están buscando opciones más económicas por la alta inflación y productos locales por la devaluación del peso. Es importante que las empresas se adapten a estos cambios para satisfacer las necesidades y expectativas de los consumidores en constante evolución.
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