En Colombia varias empresas se han comprometido con los objetivos de desarrollo sostenible, pero no alcanza a ser ni el 1% de las empresas más sostenibles a nivel mundial.
La Agenda 2030, firmada por 193 países en 2015, es un proyecto global que ha permitido fijar 17 objetivos de desarrollo sostenible y 169 metas, siendo considerado el plan de acción más participativo en la historia de las Naciones Unidas. Es el fruto de un gran trabajo que ha tenido que soportar innumerables ataques por diversas razones: no haber considerado los objetivos culturales, no haber fijado reglas de financiación y de cumplimiento obligatorio, haber primado los objetivos económicos sobre los medioambientales, inmiscuirse en la soberanía de los países o no hacerlo, entre otras razones.
Para arrojar luz sobre esta cuestión, OBS Business School publica el informe RSC: ¿Cómo va el cumplimiento de la Agenda 2030?, dirigido por Javier San Martín, profesor de logística sostenible de la escuela. En él se analiza la sostenibilidad de las empresas dentro del complejo contexto actual y cómo estas afrontan los retos del futuro en la materia.
En Colombia, un total de 62 empresas que facturan 500 millones de dólares o más, forman parte del Sistema B, una comunidad internacional que reúne a diferentes compañías comprometidas con alinear sus objetivos de negocio a un modelo de empresa sostenible.
Cabe destacar que las empresas realmente comprometidas con los Objetivos de desarrollo Sostenible, como es el caso de Grupo Bancolombia, Argos, Ecopetrol, Grupo Nutresa, Bavaria y Grupo Bancolombia, se enfocan principalmente en la inclusión financiera y la educación; Argos, en la mitigación del cambio climático; Ecopetrol, en la gestión ambiental; Grupo Nutresa, en la cadena de suministro sostenible; y Bavaria, en la reducción de huella de carbono.
Por otro lado, el informe indica que cada vez son más los clientes que buscan productos sostenibles fabricados por empresas alineadas a sus valores. ¿Entonces, por qué cuesta tanto esta transición? Principalmente porque muchos gestores desconocen los beneficios reales que ofrece la economía circular y la economía colaborativa.
“El tamaño de la empresa no es relevante a la hora de aprovechar estas oportunidades; lo que importa es la formación y el talento de las personas que forman parte de las empresas”, afirma Javier San Martín, profesor de OBS Business School.
Tendencias en el panorama sostenible para las empresas
Las tendencias globales señalan dos aspectos importantes. Por un lado, la transformación digital, la cual, inicialmente puede generar más problemas que beneficios al alcanzar niveles elevados de digitalización, abre oportunidades, ayuda a la optimización de recursos, mejora la calidad del trabajo y la productividad. Por otro lado, las cadenas de suministro resilientes y menos globalizadas se vuelven prioritarias para empresas que comercializan productos, lo que significa que optimizar rutas y recorridos precisa un importante esfuerzo de inversión en talento y formación.
El compromiso con la Agenda 2030 y la transición hacia negocios sostenibles es crucial.
Se estima que el mercado para financiar la transición energética alcance los diez billones de dólares, por este motivo son necesarios ejecutivos financieros con visión, para que las empresas puedan aprovechar esta enorme oportunidad de negocio. Además, será esencial establecer alianzas transparentes con clientes y proveedores, así como crear códigos de conducta ética para mantener un negocio eficiente y sostenible.
Algo que se ha vuelto imperativo tanto dentro como fuera de Colombia es priorizar la acción climática; para ello, las empresas deberán reducir sus emisiones y transformar su cadena de valor. A medida que se acerque el año 2050, las empresas deberán reducir sus emisiones a cero y realizar una transformación completa de su cadena de valor. Además, se espera que los consumidores se vuelvan más exigentes y tengan en cuenta aspectos sostenibles al elegir productos en Colombia.
Finalmente, el informe nos indica que las empresas ya están percibiendo ventajas competitivas al empezar con esta transición sostenible. Esta tendencia se refleja en el 79% de las organizaciones donde se generan palancas de cambio internas, se motiva a los empleados y se observan efectos tangibles en la cuenta de resultados. En el contexto colombiano, este enfoque sostenible podría ofrecer beneficios similares al aumentar el sentido de pertenencia y la motivación entre los empleados.