A través de sus neveras portátiles, Indafre ha logrado reemplazar el uso del icopor con una solución de enfriamiento sostenible y ha sido reconocida e incluida por el Banco Mundial en el programa de enfriamiento sostenible.
El icopor, también conocido como poliestireno expandido (EPS), es un material plástico espumado utilizado en una amplia variedad de aplicaciones, desde envases de alimentos hasta aislamiento de edificios. La historia del icopor se remonta a la década de 1940, cuando los químicos estadounidenses Otis Ray McIntire y Charles Vernon Kidd descubrieron un nuevo polímero de estireno mientras trabajaban en la compañía Dow Chemical. Sin embargo, en la década de 1950, se descubrió que al calentar el poliestireno y agregar un agente espumante, se podía crear una espuma de plástico ligera y fácilmente moldeable, que era resistente al agua y a los productos químicos, por lo cual este material se convirtió en lo que hoy se conoce como icopor.
El Poliestireno expandido se hizo popular rápidamente debido a su bajo costo y su capacidad para aislamiento térmico. Fue utilizado en la industria alimentaria como contenedor de alimentos y bebidas, y también en la industria de la construcción como material de aislamiento para edificios. Sin embargo, con el tiempo, se descubrió que el icopor tenía un impacto ambiental negativo significativo, ya que no es biodegradable y tarda cientos de años en descomponerse. Además, su producción y eliminación liberan gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático.
Un grupo de empresarios de Antioquia han desarrollado una solución innovadora para la conservación de la cadena de frío en grandes industrias, que eliminaría por completo el uso de icopor. A través de neveras portátiles, los empresarios han logrado reemplazar por primera vez en el mundo el uso del icopor con una propuesta de enfriamiento sostenible que permite mantener la carga refrigerada y congelada. Gracias a su innovación, Indafre, es la única empresa de Colombia y Latinoamérica que hace parte del programa de enfriamiento sostenible del Banco Mundial.
“Le apostamos desde 2017 al desarrollo de neveras portátiles como una solución logística, no contaminante, en operaciones de transporte para mantener la carga refrigerada y congelada; un modelo que hemos venido perfeccionando y que, hoy por hoy, gracias a un trabajo articulado con el apoyo del Banco Mundial, está presente en zonas vulnerables de África y Asia para garantizar condiciones óptimas de temperatura en el traslado de alimentos o medicamentos; lo que refleja que nuestro producto está llegando a todo el mundo, no solo para responder a una necesidad operativa de las empresas, sino para revertir el daño que le hemos hecho al planeta con el uso de materiales que no son reutilizables”, aseguró David Sanclemente, cofundador Indafre, la empresa que creó está solución.
Indafre ofrece una propuesta de valor a través de dos tipos de neveras portátiles que han sido desarrolladas. En primer lugar, se encuentran las neveras con un sistema de refrigeración eléctrico, que funciona con baterías de litio similares a las de un celular y se cargan en 5-6 horas. Por otro lado, la empresa cuenta con una línea de contenedores isotérmicos ultra aislados que utilizan placas de gel refrigerante para mantener las temperaturas durante largos recorridos, con una vida útil de hasta 10 años en buenas condiciones de uso. Estas neveras portátiles son utilizadas en diferentes sectores como la agroindustria, productoras y comercializadoras de alimentos y bebidas, empresas que producen y comercializan medicamentos y vacunas, laboratorios, cadenas de farmacias, hospitales y compañías de transporte.
Hasta la fecha, la empresa ha generado más de 6.000 millones de pesos en ventas y proyecta una facturación superior a los 9.000 millones de pesos para el cierre de 2023. Su presencia se extiende a países como Bangladesh, India, Nigeria, Estados Unidos, Venezuela, Colombia y próximamente a Perú y México.