En una noche de julio de 2010, en mi celular titilaba el mensaje: “Llamada entrante: Héctor Osorio”. Héctor era el Presidente de la agencia multinacional de publicidad donde yo trabajaba como director de cuentas. Eran las 8:00 p.m. pasadas y salía de presentarle una campaña al cliente de telecomunicaciones, cuyas oficinas quedaba en la Calle 72 arriba de ‘La Séptima’ en Bogotá. Estaba buscando dónde ir a cenar con los creativos que se habían “lucido” en la presentación.
Creí que me iba a preguntar por la campaña o por la facturación del mes. Contesté y, con tono paisa alegre, me contó que me había recomendado para que la Revista P&M me incluyera entre los próximos líderes de la industria publicitaria en Colombia para el 2020. Le agradecí y esperé la revista para ver cuál era el tema en realidad.
Ansioso por ver la publicación, en la hora del almuerzo visité varias veces una librería del Centro Comercial que quedaba al frente de la agencia en la calle 82. Un día de octubre apareció la tan deseada Revista P&M No. 356. Portada azul, cabezote rojo, titulares en blanco. Compré de inmediato dos ejemplares, me imagino, que al igual que los otros 40 profesionales menores de 35 años de agencias de publicidad, clientes, empresas de investigación de mercados y talleres de diseño, pilos y muy talentosos que también figuraban en el especial.
Una revista era para mi casa y otra para tenerla en un marco que hasta hoy cuelga en una de las paredes de mi estudio, al lado de un par de diplomas académicos y premios de la industria publicitaria.
Después de 10 años el plazo se cumplió. Llegó el 2020. Pasaron los 10 años y volví a leer ese titular: “Líderes 2020”.
Atemoriza un poco.
Entre esos 40 nombres, reconozco varios que todavía suenan en el medio; otros seguirán sin los flashes y alfombras vanidosas de la publicidad, pero todos, estoy seguro, seguimos trabajando por un mejor país. A lo que ninguno le apostó es que ese 2020 nos marcaría de por vida y que ahora más que nunca se necesita de ese liderazgo que profetizó la Revista.
En el 2010 nos describieron como: “pilos, motivadores, hacen gala de una proactividad que envuelve, que contagia; estimulan la creatividad: son inspiradores, buena gente y apasionados por su trabajo”.
Hoy, creo firmemente que nos prepararon para este presente. En este momento se debe agradecer y devolver a la sociedad ese entrenamiento que tuvimos de nuestros profesores directores, jefes y presidentes. Es así que hoy debemos preparar a los Líderes del 2030. Entonces, ¿Qué deberían tener?
Por mi trabajo como docente tengo la oportunidad de estar día a día con los futuros profesionales de la industria. Y es así que los estudiantes de 20 o 21 años que se gradúan ven el mundo diferente al glamour publicitario de 2010. Se están graduando en un 2020 desconcertante y desafiante para su vida profesional.
Por eso, los profesionales del 2030 deben tener varias características: profesionales que le den significado a las marcas y a la comunicación, no todo es Instagram y redes sociales. Las marcas deben generar una influencia real y no de momento; deben también generar una conexión entre las personas ya que cada vez se crearán más comunidades que tendrán puntos de vista propios y diferentes y este fenómeno se debe entender desde varias aristas. Los Líderes de 2030 deben hacer que las marcas ayuden a las personas a construir un mejor presente y futuro para ell@s, para sus familias y para el mundo.
Ya empezamos y ahora ¡Ustedes salvarán el mundo! Lo líderes del 2030 tendrán la responsabilidad de arreglar este extraño desastre. De construir una nueva manera de hacer publicidad y de mercadear productos, siempre pensando en cómo las personas pueden lograr más cosas por ellas mismas.
Líderes del 2030, ¡empiecen ya!
Nota: Quisiera recomendarles algo a los líderes 2030. Vuelvan a usar el poder del recurso del humor en la publicidad. La publicidad puede provocar sonrisas en las personas y es genial. Eso me enamoró de mi profesión cuando empecé como practicante hace 22 años. Creo que la publicidad de hoy es muy formal y solemne. Esos manifiestos que se usan hoy como piezas publicitarias son hermosos e increíbles, pero creo que la publicidad puede retomar el camino de hacer sonreír. Debemos sonreír más, las personas deben sonreír más, lo necesitamos y la publicidad lo puede hacer.
*Jairo Sojo es Publicista – Especialista en Psicología del Consumidor – Magíster en Publicidad. Nominado Mención Mejor Profesor de Publicidad Top 10. Tutor Effie College. Coordinador de la InHouse de la Universidad Jorge Tadeo Lozano.