
El anuncio de la cadena de alimentos generado con inteligencia artificial que David Blagojevic publicó en redes sociales causó controversia al evidenciarse que es una réplica casi idéntica de trabajos de Joris Noordenbos, director holandés que trabajó para la marca entre 2022 y 2023.
Blagojevic, director y cofundador de la productora serbia Davinci Productions, compartió un anuncio de 45 segundos creado con herramientas como Runway, Pika AI y otros modelos generativos. El spot, titulado "Ready 2 Roll", imita con precisión el estilo visual de KFC: planos detalle del pollo crujiente, jóvenes skaters y una estética urbana que cualquier espectador asociaría inmediatamente con la marca.
La reacción de las personas sin embargo, no fue solo de asombro. Joris Noordenbos, director holandés que trabajó en campañas reales de KFC para mercados de Sudáfrica y Europa del Este entre 2022 y 2023, señaló que muchas de las tomas del video de Blagojevic eran "réplicas casi idénticas" de su trabajo original. "Era como ver una fotocopiadora con IA", declaró a Ad Age.
La publicación de Noordenbos en Instagram, mostrando comparaciones lado a lado, acumuló más de 30.000 likes en 48 horas, poniendo en evidencia el malestar de la comunidad creativa. Así mismo, generó un alud de críticas hacia Blagojevic, quien inicialmente no había acreditado a los creadores detrás de las referencias utilizadas.}
Fue así como este experimento no solo demostró el sorprendente realismo que pueden alcanzar las herramientas de IA generativa, sino que también desató una intensa polémica sobre los límites éticos de la IA en la publicidad. Lo que comenzó como un experimento técnico terminó convirtiéndose en un debate sobre propiedad intelectual, crédito creativo y el futuro de la industria.
Transparencia vs. experimentación
Ante la presión, Blagojevic actualizó su publicación original, añadiendo créditos a Noordenbos y otros directores, y compartió un video explicando su proceso creativo. "Nunca fue mi intención menospreciar el trabajo de otros. Solo quería probar hasta dónde puede llegar la IA para replicar campañas existentes", defendió.
Pero para muchos en la industria, el daño ya estaba hecho y los límites entre el arte y la creatividad publicitaria y la propiedad intelectual se desdibujaron. .
Lo cierto es que experimentos como el de Blagojevic dejan claro que el límite entre creación y apropiación no está claro. En la actualidad, no hay prompts que permitan crear un comercial que sea perfecto para una marca sin tomar como base material que ya existe, y eso, sin duda, implica el problema ético de que los creadores originales siempre serán las fuentes primarias que se usan como base para que la IA genere algo. La realidad es que lo que llamamos “generación” es, en muchos casos, recombinación sofisticada de obras humanas previas.
KFC, por su parte, se ha mantenido al margen del debate, sin emitir declaraciones públicas. Sin embargo, según Noordenbos, representantes de la marca le contactaron para expresar su apoyo tras la polémica.
El caso refleja un desafío mayor para las empresas y abre preguntas como: ¿Cómo proteger su identidad visual en una era donde la IA puede replicarla en minutos? Y, más allá, ¿Deben las marcas abrazar estos experimentos como muestra de su relevancia cultural o denunciarlos como apropiación indebida?
La regulación global de IA en 2025: Un panorama fragmentado pero urgente
El año 2025 marca un punto de inflexión en la gobernanza de la inteligencia artificial. Con 69 países impulsando más de 1,000 iniciativas regulatorias, el mundo enfrenta un dilema: ¿Cómo equilibrar innovación y control? La UE lidera con su Ley de IA, que clasifica los sistemas por riesgo (desde requisitos mínimos de transparencia hasta prohibiciones totales en usos como la vigilancia biométrica) y multas de hasta el 7% de facturación global. Sin embargo, su implementación escalonada hasta 2027 y la ambigüedad en definir qué constituye "riesgo inaceptable" han generado cautela en las empresas.
En contraste, Estados Unidos vive una revolución regulatoria tras el cambio de administración.La orden ejecutiva de Biden (que exigía pruebas de seguridad y transparencia en modelos de IA) fue revocada por Trump, quien priorizó la desregulación y proyectos como Stargate, una iniciativa de 500 mil millones de dólares con socios tecnológicos. Esta polarización se refleja a nivel estatal: Colorado aprobó la primera ley integral de IA, mientras California vetó una norma similar por temor a frenar la innovación.
China y Japón representan dos modelos opuestos en Asia. Mientras Pekín avanza con su Marco de Gobernanza de Seguridad de IA y el auge de empresas como DeepSeek (cuyo modelo R2 compite con OpenAI), Tokio opta por una "gobernanza ágil" basada en guías no vinculantes. Esta fragmentación global plantea desafíos para las multinacionales, que ahora deben navegar un mosaico de normas con sanciones dispares, desde multas millonarias en la UE hasta vacíos legales en mercados emergentes. La pregunta crítica para 2025 ya no es si regular la IA, sino cómo hacerlo sin ahogar su potencial o sacrificar derechos fundamentales.
En Colombia el 21 de agosto de 2024, la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) expidió la Circular Externa No. 002 de 2024, con instrucciones sobre el tratamiento de datos personales en sistemas de inteligencia artificial (IA), en línea con el Régimen de Protección de Datos Personales (RCPD) establecido en las Leyes 1266 de 2008 y 1581 de 2012. La normativa aplica a desarrolladores y usuarios de IA que procesen datos personales, bajo riesgo de sanciones por incumplimiento. Entre sus principales disposiciones, exige criterios de proporcionalidad, evaluaciones de riesgo, privacidad diferencial y garantías para los titulares de los datos, reforzando principios como transparencia y seguridad.
De esta manera, Colombia avanza, paso a paso, en un marco regulatorio para IA y protección de datos, con instrumentos como el CONPES 3975 de 2019, el Decreto 1263 de 2022 (gobernanza digital) y la Sentencia T-323 de 2024 de la Corte Constitucional, que exige el cumplimiento del RCPD en sistemas de IA.
IA en publicidad: ¿Herramienta o competencia?
Noordenbos, pese a todo, no rechaza la IA por completo. Él mismo ha usado ChatGPT para pulir guiones y generadores de imágenes para previsualizar ideas. Pero insiste en que el verdadero potencial de la tecnología está en "empujar los límites de la creatividad, no en remezclar lo que ya existe".
La polémica del fake de KFC deja en claro que, mientras la industria discute y define lo más urgente para evitar este tipo de situaciones, regulaciones y derechos de autor, los creativos enfrentan una disyuntiva solitaria: Adaptarse a una herramienta que acelera la producción pero amenaza con homogenizar e incluso apropiarse estilos ajenos, o resistir y arriesgarse ser categorizados como “obsoletos”. Si bien no todos los casos son como este, sí existe un riesgo de plagio y apropiación que no es menor para artistas y creativos que han dedicado su vida a desarrollar ideas propias.
Este caso muestra que la IA ya no es solo un juguete para experimentos virales, sino un espejo que refleja las contradicciones de una industria en busca de innovación, pero que aún no sabe cómo gestionar sus costos éticos.
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