Ubicado en una de las primeras casas de la ciudad, que fue durante muchos años un club médico, Adriano fusiona arquitectura histórica y cocina contemporánea con una propuesta que responde tanto a quienes buscan una experiencia auténtica como a quienes valoran la innovación en la mesa. El espacio es una combinación entre lo tradicional y lo moderno, con detalles cuidadosamente restaurados y un diseño sofisticado que hace sentir al comensal inmerso en una experiencia distinta.

La propuesta de Adriano es un reflejo de su entorno. Casa República, construida en 1945, conserva su elegancia original pero se actualiza con una propuesta de diseño que moderniza sus espacios sin perder su esencia. Aquí se encuentran elementos históricos como fotografías antiguas y detalles arquitectónicos que se entrelazan con una estética contemporánea que crea un ambiente cálido, envolvente y sofisticado.

La propuesta gastronómica está liderada por el chef ejecutivo Felipe Giraldo, es una experiencia que fusiona platos clásicos españoles con una interpretación actual. Su carta tiene platos que van desde churros con queso y trufas, pulpo asado, hasta un postre de pistacho y chocolate.

Un plato a destacar son los langostinos al fuego, una preparación que refleja la esencia de la cocina española con un giro moderno. Jugosos, bien cocinados y con un sabor ligeramente ahumado que los hace irresistibles, estos langostinos logran capturar la atención desde el primer bocado. Además, el cremoso de patas y las espinacas salteadas del plano lo acompañan y balancean los sabores.

El menú también da espacio al tapeo, una tradición española que fomenta la interacción y el disfrute en grupo. Aquí, las opciones son variadas y permiten compartir pequeños bocados que evocan la esencia de reuniones amigables en un ambiente informal pero con la calidad de un restaurante de alto nivel. Adicionalmente, el restaurante tiene una carta amplia de cocteles y tragos tradicionales.

La propuesta de Adriano es mucho más que un recorrido por platos españoles. Se siente como una experiencia completa, donde cada ingrediente es tratado con respeto, cada técnica es perfeccionada y cada sabor tiene un propósito claro. Si a lo anterior se suma un servicio impecable, es una visita obligada y nueva en el circuito de comida de Bogotá.

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