
Con una carrera de más de 35 años en el mundo publicitario, y reconocido como una de las mentes más importantes e innovadoras de la publicidad latinoamericana, Ortiz no solo ha dejado una huella imborrable en la industria, sino que continúa reinventándose y aportando desde nuevos frentes.
En 2024, Juan Carlos Ortiz recibió el premio Leyenda ElDorado en el festival de creatividad ElDorado. Después de décadas en la publicidad y liderando las agencias más grandes de la región, Ortiz se encuentra en un momento de plenitud.
Desde finales de 2022, decidió dedicarse a proyectos personales y emprendimientos que lo llenan de satisfacción. “Estoy enfocado en hacer proyectos personales. Este año me he tomado un año para mí, para los emprendimientos”, comenta con una sonrisa que refleja su entusiasmo.
Uno de sus proyectos más destacados es Spin, una cadena de clubes de ping pong en Estados Unidos que ha revolucionado el concepto de entretenimiento y gastronomía. Con sedes en ciudades como Nueva York, Chicago, Filadelfia, Boston, Washington, Toronto y San Francisco, Spin se ha convertido en una sensación. Ortiz, quien es uno de los miembros clave del negocio, se encarga de las estrategias de marketing y branding. “En ElDorado presenté el nuevo caso de comunicación que tiene Spin”,comenta orgullo.

Pero Spin no es su único proyecto. Ortiz también está involucrado en otras iniciativas que combinan su pasión por la creatividad y el emprendimiento. “Me encanta explorar nuevas ideas y ver cómo puedo aplicar lo que he aprendido en la publicidad a otros campos”, dice. “Es un momento emocionante porque estoy haciendo lo que realmente me apasiona”.
La trayectoria de Juan Carlos Ortiz está llena de hitos que no solo han definido su carrera, sino que también han marcado la historia de la publicidad en Colombia y América Latina. Desde sus inicios como practicante en Leo Burnett Colombia hasta convertirse en el primer latino en dirigir una multinacional en Estados Unidos, su camino ha sido una sucesión de logros y desafíos superados.
Uno de los momentos más significativos fue cuando, en el año 2000, ganó el primer León de Oro de la historia de Colombia en el Festival de Cannes con el comercial “Caspa”, hecho por Leo Burnett Colombia para la Presidencia de la República, que muestra a un hombre que aspira la caspa del abrigo de otro hombre en un bus y alude a lo adictiva que es la cocaína, droga que por más de cuatro décadas ha sido uno de los motores del conflicto en Colombia. La idea fue original de Ortiz, quien la dirigió y la ejecutó de la mano de su equipo creativo.
“Ese fue un momento que rompió la historia de la publicidad en Colombia, en Latinoamérica y, obviamente, para mí como persona”, recuerda. Ortiz no se equivoca; el premio no solo puso a Colombia en el mapa creativo mundial, sino que también abrió las puertas para que otros talentos colombianos brillaran en el escenario internacional.
Otro hito importante para su vida, y la de la publicidad colombiana, sucedió cuando en 2006, seis años después de ganar el León dorado, lo nombraron presidente de Leo Burnett en Estados Unidos, convirtiéndose en el primer latino en ocupar ese cargo en una multinacional americana. “Fue un paso maravilloso. Competir con estadounidenses e ingleses, siendo colombiano en una época en la que Colombia era un paria en el mundo, fue durísimo”, confiesa. Este logro no solo demostró su capacidad de liderazgo, sino también su tenacidad para superar obstáculos.
Él describe el llegar a este cargo como el que considera el riesgo más fuerte de su vida: “Ser colombiano en ese momento era un hándicap tremendo. Competir con estadounidenses e ingleses, teniendo que pedir visa para cada viaje, fue durísimo”, confiesa. Sin embargo, esta experiencia no solo lo fortaleció profesionalmente, sino que también lo llevó a convertirse en ciudadano estadounidense, lo que le abrió nuevas puertas.
Dos años después, en 2008, su rumbo cambió, y llegó como presidente y CEO en DDB Latina, una agencia que nació de su mente: Con el proyecto de unir la cultura latina, su creatividad, y trabajo hicieron que lograra materializar una idea: la influencia latina. De ese concepto nació el propósito que Juan Carlos Ortiz ejecutó como el primer líder de agencia en el mundo en juntar todos los mercados latinos — Latinoamérica, España y Estados Unidos— creando así DDB Latina.
Si hay algo que caracteriza la historia de Ortiz es que fue el primero en muchas cosas para la publicidad colombiana. Además, ha sido testigo y protagonista de la evolución de la creatividad colombiana. En los años noventa, Colombia era prácticamente inexistente en el mercado creativo internacional. Sin embargo, gracias al esfuerzo de agencias y talentos como él, el país comenzó a ganar reconocimiento.
“Colombia era un país que no existía en el mercado de la creatividad. Hoy veo a tantos creativos colombianos en oficinas de México, el Medio Oriente y Estados Unidos, y eso me llena de orgullo”, afirma.
Hoy,otros publicistas que brillan en Estados Unidos y Europa continúan con su legado.
La vida de Juan Carlos Ortiz ha estado marcada por decisiones audaces y riesgos calculados. Desde dejar Colombia para asumir roles internacionales hasta retirarse de Leo Burnett en el momento más alto de su carrera, cada paso ha sido una apuesta por el crecimiento y la reinvención. “En la vida, si no tomas riesgos, no haces nada. Tienes que moverte rápido y tomar decisiones cuando estás arriba”, asegura.

Para el publicista, hoy empresario y emprendedor, el futuro de las agencias y la publicidad pasa por una transformación profunda. “La palabra ‘publicidad’ me produce rasquiña. Ya no somos agencias, somos compañías de creatividad, estrategias e ideas”, afirma. Según él, la industria necesita reinventarse para volver a ser atractiva y relevante. “La mejor publicidad es la que no parece publicidad. Hay que salir de lo tradicional y refrescar la industria”, sostiene. Su afirmación refleja el mundo actual de las agencias creativas: 2025 inició con adquisiciones, fusiones y reestructuraciones en agencias globales que son espejo de que las agencias están buscando, como vaticinó Ortiz, cómo reinventarse.
Adicionalmente, cree que es crucial volver a conectar con las nuevas generaciones. “Hoy, los jóvenes sueñan con ser influencers, no con ser creativos. La industria tiene que buscar esa transformación para volver a ser sexy y atractiva”, reflexiona.

Su ciclo, sin embargo, no termina. En 2024 alcanzó otro hito en su carrera: recibió el premio Leyenda ElDorado en el festival de creatividad ElDorado que se celebra cada año en anapoima, colombia, y en el que mentes creativas se dan cita para aprender, conectar e inspirarse en un ambiente festivo y de colegas.
Recibir el reconocimiento es un honor que Ortiz aceptó con humildad y gratitud: “Quiero ser una leyenda viva, no muerta. Todavía me quedan años de emprendimiento e ideas”, dice con una sonrisa. Para él, este premio no solo es una legitimación de su trayectoria, sino también una oportunidad para inspirar a las nuevas generaciones.
“Mi casa matriz del trabajo es Estados Unidos, pero mi casa matriz del corazón es Colombia”, confiesa. Volver a su país natal y reencontrarse con colegas y amigos es una experiencia que lo llenó de satisfacción y orgullo. “Ir a Colombia es una maravilla. Ver a las personas de la industria y compartir con ellos es muy especial”, concluye.
Para aquellos que están comenzando en el mundo de la creatividad, Ortiz tiene un mensaje: “Esta es una profesión maravillosa porque se basa en el ser humano. Lo que hagas puede tener un impacto enorme en la sociedad”. Sin embargo, también advierte que es una profesión exigente que requiere pasión, trabajo duro y consistencia.
“La creatividad no es magia, es observar la vida, porque la mayor inspiración de la creatividad es la vida misma”, afirma. Para él, el músculo de la creatividad se entrena observando, leyendo literatura, viendo películas y conectando comportamientos humanos con ideas para marcas.
En un mundo donde muchos jóvenes sueñan con ser influencers, Ortiz cree que la industria de la creatividad tiene el potencial de volver a ser atractiva y relevante: “Hay que transformar la industria para volver a ser esa punta de lanza que era antes. Las ideas son el motor de cualquier negocio, y este es un negocio de ideas”, concluye.

Juan Carlos Ortiz es una de las figuras más influyentes y respetadas de la publicidad latinoamericana. Su trayectoria, marcada por logros, riesgos y reinvenciones, es un ejemplo de pasión y visión. Hoy, desde su rol como emprendedor y mentor, continúa inspirando a las nuevas generaciones y aportando a la industria desde nuevos frentes.
Aunque hay muchas palabras que lo describen: publicista, padre, emprendedor, soñador, apasionado, exigente, lector, líder, maestro, esposo, creativo… hay una que le hace justicia, que retrata su vocación de contador de historias que nunca lo abandona, que lo llevó a la cumbre de la publicidad mundial y que hoy, mientras se enfoca en sus proyectos, le da paz porque sabe que su nombre ya quedó grabado en el tiempo: Leyenda.
También te puede interesar: Duo revive: El búho inmortal o la mejor estrategia de marketing global de Duolingo