Desde sus inicios en la radio colombiana hasta su actual rol como estratega en relaciones públicas en Estados Unidos, su historia no solo es un ejemplo de reinvención profesional, sino también de cómo las habilidades periodísticas pueden trascender fronteras y sectores.

Lucía Matamoros creció en un entorno marcado por el conflicto armado en Colombia. Como hija de un militar, vivió en bases donde la realidad de la guerra era palpable. En Urabá, presenció escenas que, aunque impactantes, despertaron en ella una curiosidad por entender y narrar lo que ocurría a su alrededor. Esta inquietud la llevó a iniciar su carrera en la radio, primero en “La Escalera”, un programa transmitido por "El Minuto de Dios”, donde trabajó junto a reconocidos periodistas como Guillermo Díaz Salamanca y Norbey Quevedo.

Más tarde, en Colmundo Radio, cubrió la Casa de Nariño durante el gobierno de Juan Manuel Santos, un periodo crucial en la historia del país, especialmente por el proceso de paz con las FARC. Esta experiencia no solo la acercó al corazón del poder político, sino que también le permitió entender el peso de narrar historias que definen el rumbo de una nación.

En 2017, dio un giro a su carrera al trasladarse a Venezuela, un país sumido en una crisis política y social. Allí, encontró en el periodismo cultural una forma de resaltar la creatividad local en medio del caos. En La Mega, creó la sección “El Mundo de Lucía”, dedicada a explorar el cine, el teatro y el arte, demostrando que la cultura sigue siendo un motor de resistencia.

La inestabilidad política, sin embargo, la obligó a abandonar el país tras la proclamación de Juan Guaidó como presidente interino. De regreso en Colombia, cubrió el intento de ingreso de ayuda humanitaria y el concierto en la frontera con Venezuela, donde fue testigo del drama de los migrantes que buscaban una vida mejor. Estas experiencias no sólo reforzaron su compromiso con el periodismo, sino que también le mostraron la importancia de conectar con las historias humanas detrás de los titulares.

Después decidió emprender en Canadá. Llegó en pleno invierno y enfrentó el choque cultural y las barreras del idioma. La pandemia de la Covid-19 en 2020 complicó aún más su adaptación, pero en lugar de rendirse, se preparó. Estudió inglés académico y profesional, y exploró el país mientras buscaba oportunidades para reiniciar su carrera.

En 2021, se mudó a Washington D.C., donde enfrentó uno de los mayores desafíos de su vida profesional: Reinsertarse en la industria de la comunicación después de dos años fuera del mercado laboral. Comenzó desde cero, aceptando una pasantía en NTN24 Internacional, y luego se unió a “Hola Cultura”, un medio dedicado a resaltar el talento hispano en Estados Unidos Allí, lideró investigaciones, cubrió historias de artistas hispanos y participó en el podcast “The Climate Divide”, que ganó un premio Edward R. Murrow por mejor documental noticioso.

Aunque inicialmente no se veía fuera del periodismo, descubrió que su experiencia en medios le daba una ventaja competitiva en el mundo de las relaciones públicas. En 2022, se unió a la National School Choice Awareness Foundation, donde lideró el lanzamiento de Conoce tus Opciones Escolares, un proyecto diseñado para ayudar a familias hispanas a entender las alternativas educativas en Estados Unidos.

Este rol no solo le permitió aplicar sus habilidades periodísticas, sino también desarrollar estrategias de comunicación efectivas. A pesar de los desafíos iniciales, como la barrera del idioma y la presión de demostrar su capacidad, Matamoros logró ascender de Coordinadora a Media Relations Manager, consolidándose como una voz clave en la organización.

El equilibrio entre dos mundos

Actualmente, Matamoros combina su trabajo en relaciones públicas con su pasión por contar historias. Además de su rol en la National School Choice Awareness Foundation, colabora con organizaciones como Politics with Purpose y La Alianza Noticias, un medio dirigido a trabajadoras del hogar en Estados Unidos Este equilibrio le ha permitido mantener su esencia periodística mientras contribuye a iniciativas de impacto social.

Su historia es un testimonio de cómo la reinvención profesional no sigue una línea recta, sino que se construye a través de la adaptabilidad, el aprendizaje constante y la determinación. Para Matamoros el éxito no se mide solo en logros, sino en la capacidad de transformar desafíos en oportunidades y seguir contando historias que inspiren y motiven.

La trayectoria de esta comunicadora y periodista es un ejemplo de cómo las habilidades de una profesión pueden trascender fronteras y sectores, adaptándose a nuevos contextos y desafíos. Su reinvención profesional no solo refleja su resiliencia, sino también la importancia de mantenerse abierto a nuevas oportunidades en un mundo en constante cambio. Para los profesionales de la comunicación, su historia es una invitación a explorar caminos inesperados y a encontrar nuevas formas de impactar a través de las palabras.

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