El Día Internacional del Diseño Gráfico es la conmemoración a los creativos gráficos del sector. Una labor de gran importancia para las compañías; que deben estar en constante transformación y entendimiento cultural para mostrar el mundo desde sus ideas artísticas, hoy, digitales.
Según el Consejo Internacional de Diseño, el diseño gráfico es un vehículo para solucionar situaciones de manera concreta y artística. Así que, cada año se celebra haciendo énfasis en el valor de la profesión, en su capacidad de comunicación visual acertada, fundamentada en la diversidad y en ir cada vez más allá de los limites empresariales.
Los diseñadores y el diseño per se, son esenciales en las compañías que buscan conectar con sus audiencias de una manera visual. Su base es la comunicación.
Su evolución
Igual que otras disciplinas, el diseño gráfico no ha sido ajeno a la actualización de formatos, herramientas, ejecuciones e incluso, saberes. Sin embargo, no ha perdido del todo su objetivo principal: ir a los contextos del target y el producto, servicio o marca.
Hector Gaitán Guerrero, diseñador gráfico hace 34 años, cuenta que su experiencia empezó siendo análoga, y con los años, en alianza con las cabezas de un laboratorio fotográfico análogo, fueron pioneros en ese momento en desempeñar funciones explorando la fotografía digital a nivel nacional, pronosticando el avance tecnológico que hoy en día experimentan las industrias. Actualmente ejerce de manera independiente en la postproducción fotográfica.
Para Hector, hoy los diseñadores tienen un gran campo laboral y de especializaciones en las cuales desempeñarse:
«El mundo digital cambió completamente el concepto de ser un diseñador. A partir de la técnica con la que se trabaja, no desde el punto creativo», asegura.
Por otra parte, Paula Bohórquez, es publicista hace más de 6 años y actualmente se desempeña como directora de arte en Draftline; experimentada en el área de social media y digital. Pese a su profesión, su cercanía con el diseño gráfico la hace definir estas labores como la magia de poder plasmar las ideas de las mentes más creativas, a través de una mezcla de recursividad, estilo e inspiración.
«El diseño es una profesión que inspira muchísimo, no solamente sentimientos, sino también acciones. Constantemente está renovándose, no hay nada absoluto», añade Paula.
Hector coincide con Paula en la cantidad de valores y gustos que salen alrededor del diseño gráfico, formando a la vez, personas y artistas; enfatiza en que el talento de cada persona puede llevarse a cabo en diferentes trabajos para el mundo comercial.
¿A qué retos se enfrenta en la industria?
Paula considera que es una carrera que está subvalorada y asegura que es posible monetizar ejerciéndola.
Hector, por su parte, cree que el diseñador ha perdido el convencimiento de que su labor profesional es sustentada por experiencia y conocimiento.
Lo anterior hace referencia al enfrentamiento que los diseñadores viven en su vida laboral, respecto a las evaluaciones personales de sus propuestas por parte de los clientes, sin fundamentos técnicos.
«Aunque no sean diseñadores, tratan de intervenir el trabajo que debería ser absolutamente de un profesional y con las capacidades de poder llevar a cabo un ejercicio creativo», dice Hector.
El rol del diseñador en la actualidad
Los diseñadores gráficos son vitales en el proceso creativo de cualquier idea o producto. Materializan y la idea la vuelven visual; así lo especifica Paula.
«El diseño es arte, está en todas las cosas cotidianas que hacemos. Desde el café que nos tomamos, a taza donde lo servimos; todo tiene un componente visual, que de cierta forma nos afecta y nos inspira una emoción o acción», afirma Paula.
También, Hector asegura que el entorno digital ha resignificado las labores de los diseñadores; el método y las formas de comunicación y audiencias son diferentes.
«Hay que ir aprendiéndolo, manejándolo, conociéndolo, y no quedarse atrás de esos cambios. Pasamos de tener un lápiz en la mano, a tener un mouse», concluye Hector.