Cuando empezamos a planear esta edición conmemorativa de la revista P&M, notamos que resulta imposible nombrar una marca como La Fina, sin cantar el jingle que hizo famosos sus comerciales. Algo similar a lo que sucede todos los días en cualquier rincón de Colombia, cuando una persona le invita un café a alguien diciéndole “tomémonos un tinto” para que su interlocutor conteste, automáticamente, “seamos amigos”. Podemos decir que la comunicación masiva modifica el comportamiento de las personas. Pero el mercado y el mercadeo, los factores que la impulsan, son los verdaderos responsables.
Por esta razón, esta edición número 450 de la revista P&M hace una recopilación de hechos relevantes que marcaron un antes y un después en la comunicación y el mercadeo. A veces, es necesario ponerle una pausa al ritmo de nuestra cotidianidad para darnos cuenta de cuánto hemos cambiado y de cómo los movimientos de la industria, las ejecuciones creativas y la comunicación masiva han motivado esos cambios.
Los colombianos somos pescadores de promociones, porque los minoristas nos acostumbraron a esperar las temporadas de rebajas. En las zonas rurales, dejamos de tener una agenda fija para llamar a todos nuestros familiares desde una cabina telefónica, porque las aplicaciones y los planes de datos móviles nos permiten estar en contacto con ellos a toda hora, a través de WhatsApp.
Cuando la cultura cambia, el mercadeo responde con nuevos productos, ya sean bienes o servicios. Pero cuando la industria necesita innovar u optimizar procesos para mantenerse vigente, también crea hábitos, al lanzar nuevos productos o actualizar los que ya tiene.
Durante los 39 años que lleva circulando P&M, hemos sido testigos de esos cambios. Un gran número de colombianos, por ejemplo, pasaron de vivir en casas grandes a ocupar un espacio en edificios multifamiliares. Y con ello, trajeron una reacomodación del comercio en las zonas residenciales y el crecimiento de los servicios de venta a domicilio. Por su parte, la industria desarrolló nuevos empaques, de modo que las loncheras de los niños se llenaron de productos empacados como jugos en cajita, galletas en empaques de aluminio o quesos empacados en porciones.
En este tiempo, también hemos retratado las preocupaciones de la industria de la comunicación y la llegada de la televisión a color, o la licitación de los canales privados; la incursión de las marcas internacionales de agencias y la entrada de las centrales de medios; el fortalecimiento de los gremios y la actualización de los medios a los soportes tecnológicos, entre otros hechos.
«Aunque cambiamos en la forma de hacer las cosas, nuestras preocupaciones como sector siguen siendo las mismas»
En este momento, usted querido lector, notará que, sin importar en dónde fijemos el punto de vista, vamos a encontrar hechos suficientes para hablar de los cambios que el mercado, el mercadeo, la publicidad o la comunicación han suscitado. Ese punto de vista es una perspectiva y su naturaleza es ser excluyente. Por esta razón, no pretendemos que los 450 hechos que presentamos en estas páginas, clasificados en 10 perspectivas, constituyan una revisión histórica de la comunicación y el mercadeo en Colombia.
Sí permitirá, en cambio, notar que aunque hayamos cambiado en la manera de hacer las cosas, nuestras preocupaciones –como sector– han sido siempre las mismas: los cambios que fuerza la tecnología, el conocimiento sobre el consumidor, la forma y la regulación de los mensajes masivos, el campo de acción empresarial y de negocios para nuestra industria y la creatividad.