viernes, noviembre 22, 2024
Juliana C

La Inteligencia Artificial generativa puede ser una herramienta muy útil para las empresas, pero su uso no puede infringir la propiedad intelectual.

Para el dinámico mundo empresarial, la publicidad juega un papel fundamental. De hecho, es uno de los mecanismos por excelencia con el que cuentan las empresas para aumentar su visibilidad, posicionar sus marcas, ofrecer los productos y/o servicios al consumidor, desarrollar la confianza y fidelidad de sus clientes y en general, impulsar el crecimiento de su empresa destacando entre la competencia. Es por esto, que las empresas cada vez invierten más esfuerzos bien sea intelectuales, de personal o monetarios en desarrollos publicitarios y estrategias de marketing.

La inteligencia artificial (IA) ha sido uno de los desarrollos tecnológicos más novedosos e importantes para la humanidad y por esto, resulta muy importante entenderla de la manera más adecuada. La IA ha sido desarrollada para ayudar al ser humano en su contacto con la tecnología, y ha terminado por simplificar procesos que anteriormente, tomaban más tiempo y esfuerzos, lo cual se ha traducido en una herramienta que colabora con la eficiencia de las empresas, especialmente cuando hablamos de inteligencia artificial generativa. Este tipo de IA se enfoca en crear contenido bien sea de texto, video, imágenes, música, audios, animaciones, juegos e incluso películas, entre otros. Este tipo de IA forma parte de la categoría machine learning, una forma de aprendizaje automático capaz de crear contenido único y nuevo.

La IA ha sido institucionalizada como una herramienta que optimiza las actividades comerciales dentro de las empresas, y para el caso que nos atañe, ha sido ampliamente utilizada para generar publicidad y optimizar los procesos de marketing publicitario. Sin embargo, si bien resulta ser altamente impactante para cada negocio, es importante tener en cuenta que por medio del uso de la IA, en especial la generativa, se puede estar infringiendo la propiedad intelectual de terceros. Esto, por cuanto el contenido que se genera probablemente esté haciendo uso de derechos protegidos bien sea por derechos de autor, o derechos de propiedad industrial dentro de los cuales se encuentran los derechos de marca.

Por esto, resulta de gran importancia revisar los términos y condiciones de cada una de las plataformas que ofrecen servicios de inteligencia artificial generativa, observando el tipo de responsabilidad que estas asumen y si cuentan o no con algún tipo de licencia para utilizar la información ya que, frecuentemente, estas aplicaciones optan por liberarse de cualquier tipo de responsabilidad derivada del uso que el usuario le dé al contenido generado. Debido a esto, es altamente recomendable que si el objetivo es utilizar el contenido generado por la IA bien sea en publicidades, campañas, y/o algún uso comercial se analice si se está o no haciendo uso de un derecho protegido; y en caso de que así sea, se opte por tomar las medidas necesarias para obtener una autorización del titular.

En conclusión, la IA ha transformado la dinámica del mundo, y nos ha ayudado a optimizar habilidades, aumentar la creatividad, a adaptarnos rápidamente a las tendencias emergentes, incrementar la interacción con los consumidores, entre otros. Por esto, es una herramienta que beneficia a las empresas y lo hará a largo plazo; sin embargo, debe hacerse un correcto uso de la misma, atendiendo en el caso concreto a los derechos de propiedad intelectual, especialmente en la actualidad, al no contar por el momento, con una norma que lo regule.

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Stefanie Klinge
Miguel Dallos