El disparo del comercio electrónico es una de las muchas herencias de la pandemia, y con él, las entregas a domicilio que potenciaron las ahora famosas dark stores.
¿Qué son? Conocidas también como tiendas fantasma, son centros de distribución dedicados exclusivamente al procesamiento de pedidos en línea.
Suelen estar ubicadas en lugares estratégicos, donde típicamente se concentraría una gran cantidad de pedidos de diferentes marcas, bajo un mismo techo. De allí salen los domicilios o el cliente puede ir a recoger su producto.
Para quienes trabajan en logística, este concepto –que se ubica en la última milla– se ha convertido en el desafío a la eficiencia, a la rapidez y a la administración de equipo humano, información, recursos y transporte.
Y es que solo en tecnología –en software– se requiere la combinación de sistemas para manejo de órdenes (orders management system, OMS), inventario (warehouse management system, WMS), transporte (transportation management system, TMS).
El Reino Unido inició este concepto hace más de 15 años, con marcas como Tesco. Luego siguieron Francia, Estados Unidos y Alemania. En Latinoamérica, México, Perú, Chile y Argentina. WalMart, Target, Old Navy y Home Depot son algunas de las marcas que nadan con mucha propiedad en estas aguas.
En Colombia, por supuesto ya se ha adoptado y una de las más avanzadas en el tema como retail ha sido Mallplaza en alianza con la chilena Instance, Merqueo, Sajú, Rappi, Chasqui Y Mensajeros Urbanos.
Para 2021, apunta Euromonitor, el 9% del retail estaba en dark stores. Se calcula que para 2025 será el 24%. Según Data Sutram, estas tiendas han permitido hacer entregas 1,25 veces más rápido, reducir gastos operativos hasta en 35% y aumentar en 40% la eficiencia operativa.
En paralelo, hay otro beneficiado: las dark stores se han convertido en una opción para el segmento inmobiliario. Por ejemplo, la startup Cubbo, nacida en Colombia, pero que inició operaciones en México, se ha especializado en acondicionar locales que quedaron disponibles por la pandemia, para este tipo de tiendas.
La idea de brindar a las tiendas web la capacidad de preparar pedidos, entregar y recoger productos en áreas con alta densidad de pedidos o con restricciones al tráfico a un sector que en el mundo pasa los US$6.300 millones es brillante. En Colombia estaba en los 64.000 millones COP, con unos 95 millones de transacciones en el tercer trimestre de 2023, según la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico (CCCE).
Buenas noticias en tiempos de contracción económica.
Artículo publicado en la edición #490 de los meses de febrero y marzo de 2024.
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