Llevamos años diciendo que la industria está cambiando y así es: vivimos en una constante evolución. Las facilidades que trae la tecnología aceleran el proceso y a veces es difícil seguir el ritmo. Estar a la vanguardia del cambio es la consigna del momento para los medios, y no solo se trata de cómo se presenta la información, del diseño y las fotos, sino también de repensar el oficio periodístico para integrarlo al negocio.
Hoy, la redacción de un medio debe ir más allá de la producción del contenido editorial e introducir una manera de pensar estratégica para que, conociendo las necesidades en términos del negocio, pueda establecer objetivos concretos, medirlos y tomar las acciones necesarias para alcanzarlos. Los editores de hoy no solo deben velar por la calidad editorial del medio, sino pensar en el negocio y en la adopción de nuevas herramientas, con una capacidad de adaptación que, en el modelo tradicional de periodismo, no era necesaria.
Como nos dice Ernesto Cortés Fierro, editor jefe de El Tiempo, el editor sigue siendo la figura más relevante de los medios de comunicación, pero es un editor que está más retado ante la avalancha de responsabilidades de nuevas tecnologías y fenómenos de comunicaciones. Para Martha Ortiz, directora de El Colombiano, “un editor contemporáneo debe ser un gran líder, en el sentido de ser un gran estratega, gerente y, al mismo tiempo, una persona muy creativa, porque los cambios en la industria y los cambios en el consumo de la información como resultado de la manera en que la gente vive hoy, son muy rápidos y para ser sostenibles y diligentes, las empresas tienen que estar al ritmo de los cambios de la sociedad”.
Otro de los grandes desafíos que enfrentan los editores es el de la creación de equipos robustos. Según Cortés, “estamos en la tarea de identificar cuáles son las habilidades técnicas y de manejo de herramientas, así como la de definir el manejo de grupos conformados por una nueva generación de comunicadores: millennials empoderados que llegan con su propia agenda y que requieren retos constantes. Jóvenes que se mueven por innovación y que son mucho más pragmáticos. El reto del editor está en construir puentes entre la pasión por el oficio que tenía el periodista de antaño, y la innovación de las nuevas generaciones”.
Según Carlos Guyot, secretario general de redacción de La Nación, en Argentina, hay que ofrecer “la mayor cantidad de oportunidades posibles para que los periodistas puedan crear. Nuevas series, nuevos tipos de contenido, nuevos formatos, nuevos productos”.
Al mismo tiempo, el cambio de las audiencias y del negocio hace que conseguir recursos sea cada vez más difícil, por lo que es necesario innovar y montar estrategias propias. “Los contenidos son mucho más relevantes para los anunciantes, ya no les interesa poner un aviso, sino tener contenido afín a la personalidad de su marca o filosofía de su compañía”, dice Cortés, y todo esto es imposible si no se derrumban los muros entre editorial y comercial. “Es un proceso que inevitablemente incluye su proporción de caos y por ello, demanda una conversación fluida para construir confianza. Es un camino zigzagueante, en el que a veces damos pasos en falso. La clave está en que podamos traducir el cambio del contexto y las audiencias en oportunidades concretas para la redacción”, agrega Guyot.
P&M, como el medio encargado de dar a conocer las nuevas tendencias de la industria publicitaria, de mercadeo y medios, debe ser el líder que lleve la batuta en cómo los medios se están adaptando a los nuevos lectores, a los nuevos consumidores y a la nueva realidad de la industria. La innovación y la creatividad deben ser el norte que la rija, para poner el ejemplo de buenas prácticas y revelarse como una autoridad en la materia. Dicho sea esto, le damos la bienvenida a una nueva era en esta dirección editorial.
Editorial publicado en la edición 433 de la Revista P&M del mes de marzo de 2017.