Liderazgo. Cuando las reglas del juego cambian, las características de los ganadores, también. Si ayer cierta habilidad me hizo exitoso, esta no me garantiza el éxito futuro.
Liderazgo
Charles Darwin, desde 1859, comprobó que las especies evolucionan, que la selección natural premiará a los que mejor se adapten a las condiciones actuales. Con esto en mente, me he puesto en la tarea de buscar qué características deberá tener la especie que llamaremos líderes pos-COVID.
Dado que no soy un experto en la materia, quise consultar con personas que, por su perfil, tienen más conocimiento, herramientas y capacidades para predecir qué características tendrán los ganadores en esta evolución:
- Daniella Andretta, office managing director & principal de KornFerry Ecuador
- Pablo Agustín Londoño, partner de Spencer Stuart
- José F. Calderón, partner de Egon Zehnder Colombia
- Felipe Delgado, director at PageGroup
- Sebastián Gallo, VP Corporate Development de Torre.co
Antes de entrar en las particularidades de las características que esta especie de líderes tendrá, cabe resaltar que, a pesar de la pérdida de posiciones actuales y la reducción de plazas de empleo, la especie actual de líderes no desaparecerá. No estamos ante un meteorito que acabará con ellos pero, sin duda, muchos dinosaurios no soportarán los cambios.
A continuación, trataré de resaltar los puntos en común y las ideas particulares reunidas a partir de este ejercicio.
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Características de la nueva especie de líderes
- Capacidad para reinventarse
Felipe Delgado lo denomina autotransformarse. Después de la COVID-19, será la primera vez que nos veamos enfrentados a una crisis global en simultánea, en todas las latitudes. Si bien antes ha habido problemas, en esta generación nadie cuenta con experiencia para abordar una situación como esta. Por eso, hoy la experiencia vale menos que ayer, pues nadie tiene la experiencia del sobreviviente. Recuerden que estamos escribiendo nuestro libro de evolución y quienes pretendan amarrarse a su experiencia no tendrán de dónde sostenerse.
Si la experiencia no predice el éxito en estos momentos, ¿de qué debemos echar mano para confrontar este mar de incertidumbres? La solución abarca otra de las características fundamentales.
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- Agilidad en la toma de decisiones
Como en la selva, las gacelas más lentas son las que primero perecen ante los leones. En esta época, los líderes que se paralicen ante la situación y se demoren en tomar decisiones serán devorados. Los ganadores de esta carrera deben tener agilidad en la toma de decisiones; ser intuitivos; tener en cuenta la información, pero no quedarse analizándola. Al respecto, Pablo Londoño sostiene que esta raza se destacará por su valentía. La valentía, como apunta Daniella Andretta, servirá para tomar una decisión sobre la marcha, sabiendo que habrá repercusiones.
- Empatía
Si ya no tendremos el mismo tiempo para tomar decisiones, ¿cómo haremos para no fallar? Evitar la falla es imposible, pero la probabilidad de éxito se incrementa cuando las personas tienen empatía. Solo desde la empatía podremos solucionar problemas. Siguiendo a Daniella, entendamos empatía como “comprender realmente al otro”. Y por “otro” nos referimos a nuestros clientes, aliados, proveedores y, muy importante, nuestros colaboradores, la gente que trabaja en mi empresa.
Cuando nos ponemos en los zapatos de los demás, entendemos que todos tenemos temores, que no solo somos empleados, también somos miembros de una familia; que tenemos miedos, que perder el puesto aterroriza a la mayoría. “Debemos compartir la vulnerabilidad. Es normal sentirse afectado”, revela José F. Calderón.
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- Capacidad de comunicación
Si acordamos que los líderes del futuro deberán ser empáticos, esto implica que deberían ser capaces de transmitir su empatía. En otras palabras, en este nuevo ecosistema, rugir no sirve de nada. No se trata de buscar el león que hable más duro, sino de buscar las personas que tengan mejor capacidad de comunicación o capacidad de dialéctica. La comunicación debe ser frontal. “Los líderes deben estar dispuestos a que sus equipos refuten sus ideas, sin que esto sea considerado como una amenaza o una idea que va en su contra”, señala Pablo.
Cuando hablamos de grandes comunicadores –como los llama Daniella–, no solo debemos pensar en el presidente de la organización. Estamos en una etapa en la que las grandes asambleas, realizadas en un salón repleto de colaboradores que esperaban a que el Rey León se parara en una piedra a dar su discurso, están muy lejanas. En la nueva raza, todos los líderes de la compañía deben tener la capacidad de generar conexión emocional por medio de una plataforma digital o en los grupos reducidos de sus colaboradores.
- Transversalidad
Para que lo anterior ocurra, los nuevos líderes deben ser transversales. No pueden quedarse como pequeños expertos dentro de su silo, sino tener la capacidad de ver la integralidad del negocio. El gurú del mercadeo ya no sobrevivirá. Sobrevivirán las personas que entiendan el objetivo de la empresa y que puedan trabajar en conjunto.
“El futuro de las organizaciones será de equipos multidisciplinarios, ágiles, que sin tanta burocracia trabajen en conjunto”, redondea Felipe.
- Empoderamiento
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Para que el trabajo en conjunto funcione y las empresas sean ágiles, es fundamental erradicar el estilo de liderazgo one man show, en el que un gran cerebro central tomaba todas las decisiones y todas tenían que ser consultadas con él. Evidentemente, el empoderamiento real, sin castigar al que se arriesga, es vital. “En el futuro muy cercano las grandes empresas deben comportarse como emprendedoras, como start-ups”, aclara Pablo.
Finalmente, es fundamental resaltar que, aunque los dinosaurios hubieran sabido que iba a caerles un meteorito, de todas formas no tenían la capacidad de modificar sus características de un día para otro. A pesar de que podamos intuir las características que deberán tener los futuros líderes, “no podemos cambiar tan rápido”, como dice Felipe. Si bien es cierto que el primer paso es ser conscientes, “es necesario que las personas empiecen a buscar cómo desarrollar estas habilidades”, concluye Sebastián Gallo.
