Kravata aspira a ser la primera compañía colombiana en crypto-as-a-service para Latinoamérica con el apoyo de los aliados bancarios para lograr hacer movimientos grandes de criptomonedas fundamentado en un proceso formal, confiable y seguro.
Con ganas de aprovechar al 100% todo lo que abarca la Web 3.0 en Latinoamérica tenemos que entender que la herramienta más importante de esta tercera generación de servicio de Internet está especializada por y para las páginas web y aplicaciones con el fin de poder tener una comprensión de datos, con base en crear web con mayor capacidad de conectar y ser más inteligentes desde el punto de vista un acceso universal. En otras palabras, es lograr que el acceso de internet sea descentralizado y que sea posible que cada persona sea dueña de sus contenidos. Inicialmente, Kravata utilizará una tecnología on/off ramp, la cual le permitirá a todas las personas comprar y vender en criptomonedas en grandes cantidades por medio de la vía de la API o también por medio de una plataforma con métodos locales.
La razón por la cual se ejecuta en Colombia es porque inicialmente tienen una estabilidad en red de socios bancarios, razón por la cual le da un espacio positivo y confiable a todo comprador que use este dinero digital. Igualmente la meta del 2023 es llegar a Brasil, México, Chile y Perú, con ayuda del intermedio de los clientes colombianos, ya que para Kravata estos mercados que le apuestan son viables al enfoque digital. Recordemos que en el país de el Salvador han implementado el uso del bitcoin, un tipo de moneda digital, que tiene un sistema de pago sin banco central o administrador único, esta criptomoneda fue concebida en el año de 2008 donde actualmente se mantiene y el valor de solo un Bitcoin es de $78.653.369 pesos colombianos.
“Decidimos desarrollar Kravata como una infraestructura que permite a los negocios participar en web y cripto de forma legítima. A través de nuestra tecnología y un proceso sistematizado, proveemos conocimiento del cliente (KYC), liquidez, custodia y medios de pago tradicionales. En Kravata nos encargamos de verificar que se realicen transacciones donde se cumplan altos estándares de manejo de riesgo y conocimiento de cliente. Esto lo logramos con una verificación de tres capas del usuario final que consiste en la verificación de identidad, análisis de antecedentes y monitoreo de riesgo transaccional. Así, al integrarnos, cualquier app o página web podrá habilitar servicios web 3 y cripto para sus usuarios sin preocuparse por la legitimidad de sus transacciones”, explica Felipe Montes, cofundador y CEO de Kravata.
La infraestructura tecnológica de Kravata da la oportunidad a las empresas para que puedan entregar una oferta de valor adicional, ofreciendo compra, venta y custodia de dólares digitales y otras criptomonedas, conectando medios de pago tradicionales con proveedores de liquidez globales bajo un ecosistema formal y seguro. A futuro, la empresa también buscará habilitar pagos en dólares digitales y criptomonedas en las apps y comercios.
En esta oportunidad se encontraron cuatro falencias de infraestructura institucional para el crecimiento de negocios de web3 en Latinoamérica; la primera, es que este nicho no tiene ningún banco que sea compatible o acepte la moneda cripto, en pocas palabras es que no hay una habilitación de cuentas para negocios relacionados con las monedas digitales.
En la segunda, no existen grandes custodios de criptomonedas nativos de la región; la tercera, la escasa inversión para el manejo de tesorerías en criptomonedas y por último, no hay una oferta amplia de proveedores de liquidez formales u OTC que permitan realizar transacciones institucionales grandes.
La compañía lanzará para el 2023 las API B2B2C que permitirán que las empresas ofrezcan a sus usuarios la posibilidad de comprar y vender cripto a través de sus aplicaciones o páginas web. Kravata quiere resolver estas falencias, integrando de una vez y por todas en Latinoamérica una solución infraestructural para que los negocios de las regiones puedan atender con dólares digitales o criptomonedas a un mercado de más de 27 millones de usuarios y que cada año aumenta el uso de esta.
