Decenas de artículos en medios, columnas de opinión y tendencias virales en redes sociales son algunas de las reacciones que provocó en Colombia y el mundo el fenómeno de masas en el que se convirtió la rma de los libros de los youtubers en la pasada Feria del Libro en Bogotá, en la cual el país invitado era Holanda.

Más allá de personajes como Sebastián Villalobos, Juan Pablo Jaramillo, Yuya, El Rubius o el mismo Garmendia, lo que está de manifesto es que se advierte el cambio en la forma de pensamiento de las nuevas generaciones a las que hasta hace poco se subestimaba y criticaba en distintas esferas sociales, pero que hoy se valoran y son analizadas con detenimiento por su poder de influencia, modo de expresión y potencial de consumo.

Los youtubers pasaron con notable éxito de sus videos a los libros, en la mayoría de los casos editados y publicados por algunas de las grandes editoriales del mundo como Penguin Random House o Planeta.

No obstante, se abrió un debate global sobre la calidad de los textos que hoy leen los jóvenes y, más allá de eso, sobre una inminente revolución a partir de lo denominado “viral”, que supone un punto de giro en la historia al dar un paso hacia nuevos modelos de comunicación y distribución del contenido.

Libro es libro

Hace unos pocos años era impensable que un escritor que careciera de base y riqueza literaria fuera la carta principal de un grupo editorial en una feria del libro, tal como pasa ahora con los youtubers. Sin embargo, hoy la industria editorial encontró en este tipo de personajes que mueven masas el nuevo espíritu de un negocio que en los últimos tiempos había pasado por etapas de crisis y liquidación de empresas.

$50 MIL MILLONES VENDE APROXIMADAMENTE UNA FERIA DEL LIBRO DE BOGOTÁ.

¿Qué tienen entonces que aprender la industria editorial y la publicitaria de estos influenciadores que se convierten en personajes de culto para millones de millennials en el planeta?

Enrique González, presidente ejecutivo de la Cámara Colombiana del Libro, sostiene que, si bien estamos ante un fenómeno de comunicación que nace en los videos, “lo que se ha capitalizado es que esa comunicación que era solamente visual y auditiva se haya pasado a texto y, de esta forma, se comience a forjar un hábito de lectura en las nuevas generaciones. Es adaptar una gura que tiene una comunidad enorme a que diga las mismas cosas, o algunas más, a través de un texto escrito; algo que obli- ga a que la gente haga el proceso de leer y digerir el mensaje, pasarlo por el cerebro y entenderlo. Por supuesto, ninguno es un fenómeno literario, pero tal vez alguno de estos jóvenes salga buen escritor”.