Las marcas han evolucionado en la construcción de su propósito y lo han ido transformando para dar más prioridad al consumidor que al producto en sí mismo.
Cuando es el humano quien esta en el centro de la estrategia y el propósito de marca se vive y se ejecuta en todos los frentes de contacto, permite que las personas entiendan que hacen las marcas para vivir sus propósitos y aquellas marcas que tienen un propósito claro logran aumentar el valor de la marca a un ritmo más acelerado, crea una diferencia significativa y lleva al consumidor a generar una preferencia a la hora de la compra.
Entender la importancia del propósito de la marca se vuelve fundamental para acortar la brecha que hay entre lo que pensamos desde marketing y lo que realmente hacen las marcas. Por esta razón, el propósito se manifiesta de 4 formas: compromiso, producto, experiencia y comunicación.
Para construir el propósito de la marca, las empresas deben pensar en todos los componentes del producto o servicio que ofrecen: ingredientes, envases, puntos de venta, qué necesidad satisfacen, colaboradores, cadena de suministro, compromiso con el medio ambiente, cumplimiento de la normativa, expectativas de la sociedad, entro otros.
De igual manera, existen unos principios de realidad del propósito de la marca. El propósito de marca es fundamental, es el porqué existe una marca.
Al realizar todo este proceso es posible que las empresas entren en la dualidad de cómo pensar el propósito y cómo vivirlo. Para esto es importante tener en cuenta tres aspectos:
1. Sea usted mismo: cree una base auténtica basada en quién es usted como marca.
2. Céntrese en las personas, no en su marca: involúcrelas en su proceso, resuelva un problema que les afecta. Intente que sean ellos los que cuenten su propia historia y usen su propia voz.
3. Haga del mundo un lugar mejor: impulsar el cambio social resolviendo problemas, aprovechando la cultura, creando un impacto duradero.
Hay otro elemento que se debe tener en cuenta en el momento de la creación del propósito de una marca y son las macro fuerzas que mueven la dinámica del mundo y que empiezan a delinear nuestro futuro y la forma en que vivimos, decidimos priorizamos consumimos y nos relacionamos.
Estas macro fuerzas son una corriente masiva e inevitable. Están ahí, vienen y no se pueden parar, la pregunta es como desde nuestros negocios nos anticipamos las entendemos y adoptamos para generar ofertas relevantes para los consumidores.
Es así como el trabajo de las marcas se convierte en una tarea que va más allá de lanzar un producto o servicio al mercado, es presentarla al consumidor con un propósito.
Nuestro mayor reto es anticiparnos a las macrofuerzas que están moldeando el mundo, para entender los deseos y necesidades emergentes de las personas para capitalizarlos a través de una oferta altamente relevante, oportuna y diferencial.