En el universo del mercadeo los lugares comunes son un enemigo que, a mi parecer, es una bomba de tiempo para la creatividad, la innovación y lo más importante para la conexión de las marcas con las personas, quienes son sin duda las que determinan el éxito de las campañas.
Los lugares comunes son esas ideas y conceptos que se quedan en la caja, que generan una sensación de calma debido a que no producen mariposas en el estómago, y aunque esto puede ser efectivo en algunos casos, no marca una diferencia en el tan saturado mundo del marketing. Eslóganes genéricos, mensajes vacíos y frases sobre utilizadas que han perdido ese poder de persuasión, están dejando por fuera esas historias que repican con las experiencias y aspiraciones del público objetivo.
Y se preguntarán, ¿por qué caer en esto es peligroso en el mercado actual? La respuesta es sencilla: la atención ahora es un recurso cada vez más escaso y valioso, debido a la explosión de mensajes de internet y la avalancha de anuncios, que han convertido a los consumidores en curadores expertos de contenido.
Para evitar caer en esto, existen unas señales que nos permiten identificar si estamos cayendo en la zona de confort publicitaria: la primera, la falta de “miedo” de tener una campaña al aire; la segunda, cuando sabes exactamente lo que va a pensar tu audiencia; y una tercera, cuando tu campaña ya está al aire y no genera discusión, no suma adeptos y ni siquiera haters.
El éxito de las personas que trabajan en mercadeo, radica en hacer las cosas de manera diferente, esto se resume en una palabra: arriesgarse. Entrar en un terreno que no se conoce y que no se controla en un ciento por ciento. Para destacarse, hay que dirigir la atención hacia una creatividad genuina, hacia la originalidad y relevancia que se necesita para lograr resultados contundentes y disruptivos.
Hoy, las marcas tienen que lograr enamorar y sorprender a las personas, a través de campañas que apelan a sus sentimientos. Para hacerlo realidad, hay que estar al tanto de lo que sucede en el mundo, de la narrativa cultural y de las múltiples tendencias que están emergiendo. Ser parte de este contexto, permite crear campañas desafiantes y únicas que derrotan el estado de tranquilidad de los lugares comunes.
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