jueves, noviembre 21, 2024

En el mundo actual, las marcas enfrentan grandes desafíos en comunicación y reputación. El ocultismo y la negación frente a problemas virales solo exacerban las crisis.

Hay cosas en la vida con las que no se pueden jugar, eso lo entendí más o menos a los 12 años cuando a mi tía la menor se le dio por preparar una comida en la ollita donde mi abuela había hecho todos los teteros de sus hijos, la cual representaba mucho para ella. Cuento largo/corto mi tía quemó la olla por descuidada y su hermana mayor (mi otra tía) le dijo algo que me quedo por siempre claro “con los instrumentos sagrados no se juega” ojalá alguien le hubiera dicho esto a Catalina Ortiz y a Isa La Negra Vikinga.

No vengo hablar aquí del hecho en sí mismo, que ya es bastante deplorable pero el instrumento sagrado que si tengo que traer a coalición es la reputación. Y en este caso específico las tías tienen toda la razón al decir que la reputación es algo que hay que cuidar y en términos profesionales esta es un factor crucial dentro de una estrategia de comunicación sólida y eficaz, puesto que hay una gran diferencia entre ser viral y ser recordado. En ese orden de ideas antes de lanzar un contenido las preguntas para todos son ¿Cómo queremos ser reconocidos? ¿Cuáles son los valores de mi marca? Y la más importante ¿Qué y a quienes represento?

La cuestión aquí es que, para que la misma Catalina Ortiz tuviera el espacio y derecho de lanzarse a la candidatura por una alcaldía, Isa La Negra Vikinga tuviera una empresa de publicidad, tu fueras una profesional de marketing y yo estar creando a Freeland (mi startup) muchas mujeres cientos de años atrás tuvieron que tirar brazo. En el antiguo Egipto por ejemplo cualquiera podía ser Faraón por simple linaje, a Cleopatra le toco casarse con dos hermanos y hablar por los menos cinco idiomas, siglos después, exactamente a finales del siglo XIX y principios del XX, movimientos sufragistas en varios países, como Estados Unidos y Reino Unido, lucharon por el sufragio femenino. Finalmente, en 1893, Nueva Zelanda se convirtió en el primer país en otorgar el derecho al voto a las mujeres. Luego Rosa Parks se negó a ceder su asiento en un autobús por lo cual fue encarcelada pero a su vez dio inicio a la revolución más grande en la lucha por la segregación racial en Estados Unidos. ¿Ves por qué es algo sagrado esto?

Por su parte Margaret Thatcher en 1979 se convirtió en la primera mujer en ocupar el cargo de Primera Ministra del Reino Unido. En 2005, Angela Merkel se convirtió en la primera canciller mujer de Alemania y se mantuvo en el cargo durante 16 años. Pero ¿qué hizo exitosa las carreras políticas de estas mujeres? Te tengo la respuesta, cumplir a cabalidad las 5 C que giran alrededor del buen branding. Contenido, confianza, consistencia, coherencia y constancia; para desgracia de Catalina Ortiz y su equipo de comunicaciones sólo se concentraron en una, contenido.

Y es que entiendo que la reputación online no es para nada una alternativa, sino una obligación en temas de elecciones para cualquier candidato en esta era digital. Visto por ejemplo desde la perspectiva de Cristina Quiñones 'el consumo es cada vez menos económico y más psicológico' siguiendo este hilo una marca es tan buena como su palabra. En este caso específico la palabra de Catalina tras un mal manejo de reputación ha caído por el suelo, lo que me lleva a los valores de la marca inevitablemente, porque solo las marcas de personas o corporativas que cumplan su promesa de valor, logrará que el público halle representación en ellas y se adapten a sus necesidades, con esto conquistarán, en este caso, las urnas.

Ahora, toda crisis es una gran oportunidad de remonte pero, mamá linda como vas a salir a decir que no tenías ni idea de que era un montaje¡éramos muchos y pario la abuela!Una de las de las grandes crisis de comunicación y reputación que viven las marcas se debe al ocultismo, a la negación ante un problema de ámbito viral. Puesto que está claro que ante un discurso incoherente no hay marca posicionada que sobreviva.

La época de elecciones en sí misma es un juego de tiburones, pero realmente lo que está en juego no es el voto, es la reputación del candidato que hará que la toma de decisión en la urna esté a su favor. Para Karol Solís Menco, politóloga, PHD en ciencia política, activista y feminista lo de Catalina Ortiz, expuso en un reel en su cuenta de Instagram, es una total bajeza porque hiere a todas las mujeres víctimas de violencia basada en género y violencia política al mercantilizar sus sufrimiento, reel que además titula “Una campaña política que no merece un voto” y con datos reales demuestra porque este hecho es tan denigrante.

Teniendo en cuenta que en esta era digital el consumidor está altamente informado y tiene claro lo que busca en las marcas, específicamente en la marca personal, la transparencia. En momentos de dudas hay que comenzar a preguntarse si se quiere ser una marca que encaje o destaque, puesto que los valores esenciales que una marca debe exponer en estos tiempos son la simplicidad, transparencia, cercanía, sostenibilidad y accesibilidad. De lo contrario si no hay comunicación clara y concisa no habrá confianza por parte del consumidor, por ende no habrá compra ni mucho menos voto.

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Stefanie Klinge
Miguel Dallos