jueves, diciembre 26, 2024
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Por: Valentina Arango Cuartas, investigadora de Raddar.

La transformación digital de la relación entre las personas y las organizaciones ha traído una adaptación total para la mayoría de los modelos de negocios de lo físico al mundo virtual. Entre los cambios más notorios podemos resaltar la forma de disposición de todos los productos o servicios de un entorno físico como la góndola o el lineal, al e-Commerce o a un Market Place.

Ante la crisis actual, y con un importante número de compradores con miedo de salir de casa, las empresas, han tenido que disponer además de una tienda física, de una página, un espacio web o tienda virtual para poder mitigar los efectos de la coyuntura y alcanzar un volumen de ventas diferente a cero. Sin embargo, con el pasar de los meses, se ha podido observar que varias empresas han optado por otras alternativas adicionales para reactivar sus ventas. Entre estas, la implementación de ventas a través de redes sociales como WhatsApp.

Vender a través de un chat, usando mensajes de texto y voz, enviando fotos e intercambiando ofertas y demandas, se hace útil en el mercado nacional que tiene una dosis importante de informalidad. Este contacto directo y casi que intimo es oportuno y muy bien usado por los comercios más pequeños con mucho éxito; tanto y tan consistentemente, que ahora vemos que las grandes marcas empiezan a utilizarlo también.

Los beneficios de las redes sociales como canal de venta, son la amenaza para el e-Commerce tradicional

El uso de las redes sociales como canal de distribución (Facebook, Instagram, WhatsApp, etc.) puede representar, en el mediano plazo, una amenaza para el uso de la página web, para este mismo propósito. Esto debido a las ventajas que representan las redes sociales como punto de contacto con el consumidor.

En primer lugar, el cliente se encuentra con un servicio personalizado, que además de ayudar a adquirir el producto deseado, puede dar sugerencias y solucionar problemas de una forma directa y veloz.

Por otro lado, la entrega del producto es mucho más rápida; pues mientras al comprar por la página web hay un tiempo de espera entre 3 y 5 días hábiles, algunas de las empresas que han empezado a usar las redes sociales como canal de venta, aseguran que si se está ubicado en una de las ciudades principales el producto estará en la puerta de la casa en máximo tres horas.

De igual forma, la marca también obtiene beneficios, pues no tiene que pagar ni por el dominio, ni el diseño, ni el mantenimiento de una página web, pues al utilizar las redes no incurre en ningún costo.

En conclusión, el consumidor se está volviendo más virtual; sin embargo, puede que esta modalidad no signifique comprar en las páginas web como se creyó en un principio. Las redes sociales se están volviendo en una amenaza para este medio, pues actualmente, su utilización por parte de las marcas pequeñas, y la migración de las grandes, podría conquistar el mundo de las compras por internet.

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