martes, febrero 11, 2025
Santiago Nieto

Con la llegada de un nuevo año, es casi obligatorio hablar de las tendencias que regirán durante los siguientes meses en determinados temas.

En comunicación interna, la tecnología y la inteligencia artificial (IA) siguen apareciendo como temas centrales a tener en cuenta. Sin embargo, entre más se habla de la IA y del miedo infundado de que, en algún momento, reemplazará a los humanos en tareas básicas, surge una luz de esperanza.

Es casi un regreso al pasado, donde volver a lo básico y a lo simple parece ser el mejor camino. En los últimos meses, he visto una tendencia que pone lo humano por encima de lo robótico, utilizándolo incluso como un elemento diferenciador. Exactamente fueron dos casos en los que, en temas de servicio al cliente, la gran “novedad” fue que, para resolver preguntas e inquietudes, el canal de comunicación sugerido era un chat. Pero no con un bot, sino con humanos 100% reales. ¡WOW!

En otro ejemplo, la promesa era aprender sobre un tema guiado por seres humanos, y no a través de videos o sistemas de inteligencia artificial. Aprender de otras personas, ¡en vivo! Esto demuestra que hay una pequeña luz de esperanza, donde los humanos nos resistimos a ser reemplazados por robots. Aún no es momento de ser sustituidos por los T-1000, lo cual haría sentir muy orgulloso a John Connor.

Lo que antes era una constante, hoy se percibe como una novedad. En un mundo donde hablar con bots se ha convertido en el pan de cada día, comunicarse con humanos ahora se vende como un elemento diferenciador. A veces, para prepararnos para el futuro, es necesario regresar al pasado. ¿Verdad, Marty McFly?

Y es que contar historias es lo que nos hace humanos. La historia no es una narración única, sino miles de narraciones alternativas. Siempre que decidimos contar una, también decidimos silenciar las otras. Aquí es donde radica la diferencia con las máquinas: estas pueden procesar datos, pero carecen de la capacidad para dotar de significado profundo a las experiencias humanas. Los humanos no solo comunicamos información, sino que creamos sentido para un mundo que muchas veces parece no tenerlo.

El storytelling se posiciona como una de las tendencias clave en comunicación organizacional para 2025, porque no hay algoritmo capaz de replicar la autenticidad y empatía que caracteriza a un buen narrador. Las marcas y las organizaciones deben seguir apostando por las historias humanas que conectan, que inspiran, que transforman.

La imaginación y la capacidad de conectar temas que, a simple vista, no tienen relación alguna seguirán siendo lo que nos diferencia de las máquinas. Basta con echar un vistazo a LinkedIn y encontrar publicaciones como: “Los Simpson y la reputación de marca”, “Sobreviviendo a la comunicación con El juego del calamar”, “Betty la Fea y los valores organizacionales” y, más recientemente, “Lecciones de Trump aplicadas a las organizaciones”.

Más allá de las herramientas tecnológicas, el reto para los comunicadores organizacionales será mantener viva esa chispa que nos hace únicos: la capacidad de transmitir emociones y experiencias con significado. La tecnología, incluida la IA, debe ser un aliado, pero nunca un reemplazo.

Las organizaciones no solo deben innovar, sino también conectar de manera genuina. En un mundo cada vez más digitalizado, las historias contadas por humanos serán el puente hacia un futuro más humano. Porque, hasta ahora, detrás de una máquina sigue estando un humano. Nos leemos en la próxima historia.

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Vicepresidente de mercadeo y comercial de Juan Valdez
Sofia Durán
Andrés Hidalgo