viernes, noviembre 22, 2024
Carlos Martinez

A la luz del proceso electoral, vale la pena pensar cada cuánto, como consumidores, estamos votando. Cada cuánto, alguien trata de influir en nuestra decisión para convencernos de que su propuesta de valor vale la pena; cada cuánto, con sus discursos, su publicidad o su imagen, alguien trata de que lo escojamos y respaldemos.

Condiciones laborales

Es necesario pensar cada cuánto, como marketeros o empresarios, estamos en campañas electorales. Cada cuánto nos sentamos a pensar en las propuestas que dirigimos a nuestro target. Nosotros vivimos en constante época de elecciones. La pregunta entonces es si, así como en la política, la mayoría de las veces, el elector está decidiendo con la información a medias o si los candidatos disfrazan sus verdaderas propuestas para lograr la preferencia y ganarse el voto.

Condiciones laborales

A pesar de que, históricamente, los electores hemos estado poco interesados en las propuestas reales de los candidatos, en el mundo del consumo se está viviendo un cambio interesantísimo. Las personas empezamos a entender que cuando escogemos un producto, estamos apoyando y aprobando la filosofía de una marca o una compañía. Estamos diciendo que estamos de acuerdo con su forma de pensar y estamos premiando su causa.

Condiciones laborales

En muchas empresas, el consumo de una u otra marca varía por las declaraciones del presidente de la compañía, por los ideales en que se basa, por su forma de tratar a los empleados… Hasta hace pocos años, a un consumidor de ropa no le importaba dónde ni quién, ni en qué condiciones las empresas contrataban y trataban a sus colaboradores; sin embargo, esto ha cambiado. Aunque la calidad y la imagen de la prenda no cambien, las personas entendieron que al comprar ciertas prendas estaban apoyando la explotación infantil y las condiciones de trabajo denigrantes. Así que dejaron de comprarlas y a estas empresas les tocó cambiar.

Condiciones laborales

¡Esto es increíble! Que las condiciones laborales de una empresa cambien, debido a la presión del consumidor habla mucho de cuál es la fuerza real que puede cambiar el mundo.

Si los consumidores realmente queremos que cambie alguna condición que consideramos injusta o que no se adapta a nuestra forma de ver el mundo, tenemos la posibilidad de cambiarla. Esa época lejana cuando todo era responsabilidad del Estado, cuando solo el gobierno podía exigirles a las empresas que cambiaran, quedó en el pasado. Si como consumidores creemos que una marca de automóviles excede los niveles de carbono, tenemos la opción de escoger una marca o un medio de transporte que no afecten el medio ambiente. También, si creemos que tanto plástico en el mar está acabando con el planeta, podemos escoger marcas que usan plástico reciclado u otro tipo de materiales. Si creemos que una empresa no es justa con los campesinos, podemos escoger otra marca.

Como en cualquier campaña política, los electores debemos tomar partido, tenemos que escoger. Si vamos a votar por marcas y empresas que impacten el mundo al mejorar las condiciones laborales de las personas o la forma de contratar con campesinos, tenemos que ser consecuentes y no salir a buscar solamente promociones y el precio más bajo. Si queremos bajar la huella de carbono, tenemos que ser capaces de viajar en bicicleta, vehículo eléctrico o transporte público. Se trata de votar a conciencia y de actuar consecuentemente.

Las fuerzas del mercadoPor Carlos Martínez

Director estratégico Trias Marketing

cmartinez@triasmarketing.com

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