El Metaverso es la disrupción que está creando la simbiosis perfecta entre nuestra vida real y la virtual. Es un lienzo en blanco para el mundo de la publicidad.
Según Global Web Index, en promedio los colombianos pasamos más de 10 horas al día conectados a internet. De esas horas, cuatro están dedicadas a redes sociales. Este es un motivo para pensar que casi el 50% de nuestro tiempo estamos viviendo una realidad entre lo digital y lo real. Esto nos hace preguntarnos, ¿tenemos más vecinos que seguidores?, ¿las fotos en las redes sociales no están llenas de filtros que perfectamente reemplazan el maquillaje?, ¿es más común ver a tus primos jugando fútbol o Fortnite?
La gran pregunta es: ¿estamos viviendo en el mundo real o en el virtual?
Miremos cómo, con el paso de los años, hemos ido abonando el terreno para digitalizar nuestra vida. Y es que el metaverso no es más que la interpretación virtual del mundo o de muchos mundos. Así como hoy tenemos una vida en redes sociales y otra en la realidad, el metaverso nos dará la posibilidad de ser quien queramos ser en un espacio virtual paralelo; y la representación de nuestra identidad estará dada según nuestro alter-ego. Así, literalmente podremos vernos y “sentirnos” tal cual queramos, a través de una experiencia totalmente inmersiva como sacada de la ciencia ficción.
Desde hace muchos años, venimos recorriendo este camino para llegar al Metaverso. Desde la aparición de la radio y la televisión, empezamos a imaginarnos como el galán de la telenovela o quisimos tener el cuerpo de la chica del momento. Tiempo después, se masificó el cine, luego el internet, las consolas de videojuegos, los celulares y la cantidad de dispositivos en los que podemos consumir contenido actualmente. Empezamos a alejarnos de la realidad y a acercarnos más a ese futuro de ficción. Pasamos minutos y luego horas en espacios donde históricamente hemos visto la publicidad en su máxima expresión.
La llegada del metaverso supone más que una tecnología o una nueva forma de “jugar”. Significa un momento en el tiempo, donde probablemente la vida digital será mucho más relevante que la vida real. Actualmente, las generaciones más jóvenes son las que tratan de escapar de una vida atada a un escritorio en la que tienen que cumplir un horario. Además, se han dado cuenta de que con la llegada de algunas plataformas Play to Earn (Jugar para ganar), pueden ganar criptomonedas, las mismas que cada día cuentan con mayor penetración y aceptación en comercios de todo el mundo.
Estas nuevas generaciones saben que con criptomonedas pueden vivir tranquilamente su vida, una mucho más divertida. Pueden estar en cualquier lugar del mundo, solo con llevar su computador en una mochila.
¿Esto es bueno o malo?
Ni bueno, ni malo, es simplemente parte de la evolución humana y de la digitalización de las cosas. Así como fuimos capaces de pasar de las salas de reuniones a reuniones por zoom, de una forma casi orgánica cuando explotó la pandemia; iremos entrando a este emocionante mundo del metaverso.
El Metaverso tiene tres características principales.
1. La presencia social. Se debe mantener la interacción entre las personas o lo que ellas decidan ser en su alter-ego, para que ese mundo paralelo sea cada vez más grande. Por algo, Bloomberg espera que, para el 2024, el negocio del metaverso mueva alrededor de 800.000 millones de dólares al año.
2. Debe ser constante. Esto es lo que más diferencia al metaverso de los juegos comunes. Es decir, si decides salir del para ir a visitar a tu abuela, el metaverso va a seguir sin ti e incluso vas a dejar de ganar dinero “virtual” con el que podrías comprar literalmente cualquier cosa, tanto dentro del metaverso como fuera de él.
Las criptomonedas serán el futuro del dinero, pues, al día de hoy puedes encontrar más de 15.000 tipos. Algunas tienen una valorización de mercado mucho mayor a gigantes empresas comoFacebook (Ahora META), o algunas que simplemente están respaldadas por muchos memes y una gran comunidad que las usan y las avalan.
3. Debe haber interacción tangible entre los participantes (intercambios). Esto hará que los NFT (Non Fungible Tokens u objetos no tangibles) adquieran valores inimaginables, pues tendremos objetos únicos e imposibles de falsificar gracias al respaldo del blockchain. Por eso hoy se venden “Obras de arte digitales” únicas por hasta $69 millones de dólares y hasta zapatillas Nike por algunos miles.
La mezcla de los tres puntos que vimos anteriormente, crea un mundo muy interesante para las marcas y sobre todo para la publicidad inmersiva. Así, el metaverso es el eslabón perdido del engagement total entre consumidor y marca.
Por esto, algunas de las marcas más importantes vienen incursionando en el metaverso. Nike, en alianza con la plataforma de videojuegos Roblox, creó su propio Metaverso llamado Nikeland. Este es un universo digital donde los usuarios podrán vestir a sus avatares (alter-egos) con prendas de la marca, algo similar a lo que ya hicieron Louis Vuitton con League of Legends o Balenciaga con Fortnite. Adidas no se podía quedar atrás y recientemente firmó un acuerdo con Coinbase (una de las principales criptomonedas del mundo) para entrar a su plataforma de metaverso, The Sandbox.
También META (Facebook) que precisamente cambió su visión de una compañía enfocada en redes sociales a una compañía metaversal, anunció una inversión de más de 10.000 millones de dólares para apalancar el desarrollo tecnológico alrededor de este mundo de realidad aumentada.
Todo esto puede sonar complejo, pero será tan sencillo como decidir poner una valla en la zona donde se presentará tu artista favorito (como ya lo hizo en Fortnite el pasado 1 de noviembre con J Balvin) o simplemente comprar un espacio “físico” en el metaverso para poner una sucursal de tu marca o compañía.
Para no irnos muy lejos, el pasado 24 de noviembre, la compañía The Metaverse Group compró, por 618.000 MANA (Una criptomoneda), un espacio de 565 metros en el Metaverso de Decentraland. Allí esperan tener tiendas virtuales para vender ropa de avatares y se plantean celebrar eventos de moda, pues están ubicados en el «Fashion Street”. La transacción es equivalente a $2,4 millones de dólares.
¿El Metaverso es lo más disruptivo que veremos en los próximos años?
Sin duda, pues combinaremos nuestra vida actual con conceptos de digitalización, realidad virtual y realidad aumentada. Esto nos lleva al momento en el tiempo donde lo real converge con lo virtual, de una manera casi natural.