Luego de recibir acusaciones de que los «anfitriones» estaban filtrando sus huéspedes por género u origen, la plataforma de hospedaje -sin hoteles- lanza un código de conductas para evitar la discriminación.
La ‘startup’ Airbnb comenzó a adoptar acciones para acabar cualquier tipo de discriminación basado en origen, género, edad y otros factores a la hora de aceptar un inquilino. La medida fue tomada después de estudio de la Universidad de Harvard que muestra los casos de discriminación e indicó que podrían generarse cargos penales para la empresa. El pasado 8 de septiembre, Airbnb tomó la mayor decisión para combatir la discriminación en su plataforma, comunicando a sus anfitriones que es necesario aceptar un «compromiso con la comunidad», que tendrá validez a partir de noviembre, y que ellos tendrán que aceptar la nueva política contra las discriminaciones. La empresa también anunció que intentará disminuir el uso de fotografías, que indican raza o género, y que eso ayudaría a acelerar el uso de las reservas instantáneas, que no necesitan aprobación del anfitrión.
De acuerdo al New York Times, la empresa se movió rápido para calmar las acusaciones en su contra contratando consejeros como el ex-procurador general de los Estados Unidos Eric H. Jolder Jr., para ayudar a formular las políticas en contra de la discriminación. En julio, Jonathan Mindenhall, CMO de Airbnb, fue cuestionado por la revista brasilera Meio & Mensagem sobre el hecho que los afrodescendientes tenían para dificultades para hospedarse utilizando la plataforma. Mindelhall, afirmó que uno de sus objetivos era generar aceptación sin diferencias de género o raza personas en su servicio: «Es necesario que esto sea necesario en China, Brasil y los Estados Unidos. Los anfitriones que están en Airbnb son reales.»
¿Airbnb hay discriminación?
La reputación de la empresa, que actualmente opera en 191 países y se estima que su valor sea de los 25 billones de dólares, fue manchada con estudio de la Universidad de Havard. En el documento, la universidad apuntaba que era más difícil para inquilinos con nombres que suenan como afrodescendientes hospedarse por medio de Airbnb. Luego de esto, un sin número de usuarios declararon haber tenido problemas de conseguir un sitio por su raza. En mayo, un usuario de raza negra de Airbnb demandó la compañía, afirmando que le había sido negado un servicio de hospedaje a causa de su raza.