Conoce los 5 retos a los que se deben encaminar las empresas para ser aún más sostenibles.
De acuerdo con estadísticas y datos de Sistema B, una iniciativa global cuya visión es promover la construcción de una economía inclusiva, equitativa y regenerativa para el planeta, en América Latina existen cerca de 1.200 empresas B; Colombia es uno de los cuatro países con más compañías vinculadas a esta iniciativa, siguiendo a Brasil, Chile y Argentina.
En el país, estas organizaciones aportan alrededor del 1 % al PIB nacional y generan más de 30.000 empleos. Es por ello que desde Juan Valdez, líder de sostenibilidad, destacan la importancia de redefinir el sentido de la economía y poner sobre la mesa el bienestar de las comunidades y los impactos positivos medioambientales desde el sector privado y público de cara al futuro.
Estos son los 5 retos a los que se deben encaminar las empresas para ser sostenibles en Colombia
Contaminación
El mundo enfrenta una crisis de contaminación relacionada con un sistema lineal de producción enfocado en extraer recursos, consumir y descartar. Según la Asociación Internacional de Residuos Sólidos solo el 14% de residuos reciclables se reciclan en el mundo; es por ello que las organizaciones deben considerar un sistema de economía circular en el que los materiales sean aprovechados en varios ciclos productivos para evitar que estos terminen en vertederos o rellenos sanitarios.
Cambio climático acelerado
De igual manera, el planeta está enfrentando un calentamiento global sin precedentes, que según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) es consecuencia inevitable de la actividad humana. Para poder detener esta problemática la ONU ha definido limitar el aumento de la temperatura de la tierra a 1,5 ºC. Si las compañías no actúan, conllevaría a consecuencias afectarían la viabilidad de los recursos naturales y con ello, la de los negocios.
Trazabilidad de las cadenas de abastecimiento
La mayoría de los impactos ambientales y suceden en su cadena de abastecimiento de las compañías. Por lo tanto, ya no basta con desarrollar prácticas sostenibles en la operación, también hay que extenderlas a lo largo de toda la cadena de valor o de lo contrario pueden materializarse riesgos mayores.
Globalización ¿riesgo u oportunidad?
En un mundo interconectado, los desafíos sociales y ambientales son compartidos debido al consumo en los mercados desarrollados y la naturaleza transversal de estos desafíos. Según la OECD, el 70% del comercio internacional implica cadenas de valor globales, lo que ha generado un aumento en la regulación regional y global para garantizar estándares mínimos en áreas como la reducción de la contaminación y el control de la deforestación. El desafío principal radica en cumplir con esta regulación y mantener la competitividad de los negocios.
Desafíos sociales
Las empresas deben centrarse en abordar los desafíos sociales al prestar atención a las preocupaciones de sus grupos de interés, quienes desempeñan un papel crucial en toda la cadena de valor y afectan la capacidad de la empresa para alcanzar sus objetivos. En consecuencia, es vital desarrollar estrategias que promuevan la inclusión, la equidad de género, la reducción de las disparidades y la erradicación de la pobreza.
De acuerdo con ONU Mujeres y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Colombia tiene una alta tasa de pobreza interna, especialmente entre las mujeres. En 2022, el 29,8% de los hogares liderados por mujeres estaban en situación de pobreza multidimensional; esto se debe a responsabilidades domésticas no remuneradas, impidiendo que una de cada 12 mujeres rurales entre los 6 y 21 años pueda estudiar. En las áreas rurales, el 80% de estas tareas las realizan mujeres, y una de cada dos mujeres rurales tiene menos de 30 años.