Por Andrés Villa, especialista en Big Data y Soluciones Analíticas en SAS.
El metaverso llegó para revolucionar el mundo tal y como lo conocemos
Es cierto que la palabra metaverso no es nueva: una de las primeras veces que escuchamos hablar de ella fue en la novela de ciencia ficción Snow Crash, escrita por Neal Stephenson en 1992 (casi en la misma época en la que internet y los celulares empezaron a cambiar nuestras vidas). Ahora, el metaverso es una nueva realidad que irrumpe para transformar el mundo definitivamente.
A estas alturas, no es una tendencia, sino una realidad. Ya en 2021, según Bloomberg Intelligence, el metaverso representó un valor de mercado de 500 mil millones de dólares. Según la publicación, en 2024 alcanzará una valoración de 800 mil millones y en 2030 estaría quintuplicando su valor.
Se trata de un nuevo escenario al que seguramente llegaremos todos tarde o temprano. De acuerdo con Gartner, para 2026 el 25 % de la población pasará al menos una hora al día en el metaverso trabajando, capacitándose, interactuando o entreteniéndose, lo que despertará el interés de las marcas y llevará a la creación de nuevos modelos de negocio.
Nuevas oportunidades para las marcas
Gucci Garden, Nikeland, Hyundai Mobility Adventure o Louis The Game, de la marca Louis Vuitton, son algunos ejemplos de presencias de marcas reales y actuales en este nuevo escenario del metaverso.
Son ejemplos iniciales de la manera en que las marcas empiezan a ofrecer nuevas experiencias a los usuarios en este nuevo mundo. Vendrán muchas más. Es predecible que todas las marcas que quieran sobrevivir en el futuro tengan que actuar en el metaverso, pues es allí donde estarán las personas, los consumidores del futuro y en especial los datos: el verdadero valor detrás de este nuevo universo.
Los datos, y más exactamente el aprovechamiento de ellos, a través de soluciones como las de la analítica (que los transforma en inteligencia para la toma de mejores decisiones), el big data, la inteligencia artificial, el machine learning y demás áreas que componen las ciencias de datos han venido aumentando el conocimiento que las marcas tienen de los consumidores o clientes permitiéndoles optimizar las campañas de marketing, crear mejores ofertas comerciales y optimizar gran parte de los presupuestos logrando mejores resultados.
El poder de los datos ya está siendo aprovechado en las estrategias de las marcas en todo el mundo, pero con el metaverso se llegará a nuevos niveles de conocimiento, de interacción y de inteligencia.
Con la inteligencia de los datos, las marcas tendrán la posibilidad de crear esas nuevas experiencias personalizadas que tanto demandan hoy en día los consumidores. Nuevas experiencias que se apalancarán en tecnologías inmersivas de realidad virtual y realidad aumentada (RV y RA); en las que se podrá experimentar con sistemas como el de Blockchain que le darán transparencia a las operaciones que allí se hagan; aprovechar los miles de dispositivos wearables que permitirán vivir experiencias phygital (combinando lo físico con lo digital); utilizar sistemas de pago alternativos basados en criptomonedas; y empezar a adquirir nuevas categorías de bienes comercializables como lo son los NFT (Non-Fungible Tokens) que poseen actualmente un valor de mercado de al menos 25 billones de dólares.
La madurez de todas estas tecnologías y su máximo aprovechamiento analítico serán claves en el metaverso porque abrirán la puerta a nuevas oportunidades económicas que redefinirán el engagement con las marcas, permitirán conocer e identificar más claramente a clientes y prospectos, medir oportunidades de negocio, descubrir o transformar productos en activos digitales y crear ofertas más personalizadas y experiencias memorables, que son las que finalmente harán campeonas a unas marcas sobre las otras en este nuevo escenario.
Empecemos a vivir el metaverso, pero con inteligencia… la inteligencia que dan los datos.