En Colombia, la manzana es rosada y ha conquistado tanto el mercado como el corazón de quienes acompañan sus momentos con Manzana Postobón. Hoy, además de la reconocida bebida, es una marca con propósito que busca romper con los estereotipos del color rosado y resignificarlo, para asociarlo a conceptos positivos como optimismo, arte, fuerza y compartir.
Manzana Postobón es un ícono del color y del sabor. Su larga trayectoria y posicionamiento le han permitido llegar a la mesa de los compradores y acompañarlos en sus momentos de consumo, pero hoy el reto es conectar, evolucionando su comunicación para pasar de ser una marca tradicional a una capaz de romper paradigmas y generar un punto de vista diferente. Una marca capaz de salirse, precisamente, solo de los momentos de consumo alrededor de la mesa y de los mensajes ‘rosa’ para sentar y generar posturas relevantes.
Considerando que el reto actual para las marcas es mantenerse en un proceso evolutivo en torno a los comportamientos cambiantes del consumidor y del mercado, Manzana se ha transformado para seguir vigente, captar a las nuevas generaciones y, por supuesto, conservar sus valores de marca. La tradición no puede ser indiferente a la modernidad y eso lleva a que incluso los cambios más pequeños puedan tener un impacto en la audiencia y en las movidas del mercado.
“Nos dimos cuenta de que si bien Manzana es una marca que está dentro del abanico de sabores que tiene Postobón, también es nuestro gran spin off, es un sabor que tiene gran relevancia para el público. El color es un vehículo muy grande para generar diferenciación y otro nivel de acercamiento con las personas, queremos sentar una postura”, afirma Luisa Polo, gerente de marca sénior.
El rosa es otra cosa
El rosa es otra cosa de Manzana Postobón es una apuesta de comunicación innovadora combinada con una ejecución sólida que permite a los consumidores fijar su mirada sobre las acciones positivas que convierten a una marca, más allá de su funcionalidad, en una marca con propósito.
“En 2021, evolucionamos nuestra imagen, hicimos un cambio resignificando la marca y lanzamos un nuevo logo para acercarnos un poco más al consumidor y mostrarnos como una marca moderna, que se acoge a los códigos de la categoría pero al mismo tiempo es reactiva a las tendencias y necesidades de los consumidores”, explica Marcela Mesa, gerente de marca.
Esto responde también a que los tiempos están cambiando. Los consumidores de hoy se preocupan por algo más que los productos o servicios que se les ofrecen. Se preocupan por el tipo de impacto que las marcas tienen en el mundo. Por esto, en la búsqueda del camino para acercarse a los consumidores, la campaña El rosa es otra cosa se tomó diferentes puntos de contacto y se sumó a escenarios como:
- Prevención del cáncer de mama. Una causa cuyo mensaje ha estado dirigido principalmente a las mujeres y que es, a la vez, el primer paradigma a romper pues es una realidad que también afecta a los hombres.
- Se diseñó un pack edición especial para hacerse el autoexamen, que llegó a los hogares colombianos para generar conciencia ante la prevención.
- A la campaña se vinculó el fútbol, pues como patrocinadores del Atlético Nacional, encontraron en este club deportivo un apoyo para reforzar el mensaje a través de los partidos y escenarios que lo visibilizan.
“Nuestro ADN es que somos la manzana rosada del colombiano. Quisimos partir de ahí para ir más allá y romper paradigmas. El color rosado es una postura, es una voz, es fuerza. El aporte que estamos haciendo con nuestra visión es invitar al consumidor a que rompa patrones y encuentre valor en ver las cosas de un modo diferente”, agrega Polo.
Para 2023, el reto será darle mayor recorrido al mensaje y llegar a otros puntos de contacto. Porque para romper paradigmas, ahora Manzana Postobón es un aliado.
Artículo publicado en la edición #483 de los meses de diciembre-enero de 2022 y 2023.