En el marco del Día Internacional de la Juventud, declarado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1999, Unicef lanza la estrategia: Nuestro Unicef, que busca crear una red de adolescentes y jóvenes líderes que promuevan los derechos de la infancia y adolescencia y la convivencia pacífica.
La iniciativa, que empezó en agosto de 2018 y finalizará su primera etapa en marzo de 2019, ha iniciado con 29 jóvenes líderes de Cundinamarca, Sucre, Nariño y Antioquia. Estos fueron seleccionados por haber participado de programas de Unicef en su infancia o adolescencia.
De esta forma, los líderes de Nuestro Unicef fortalecen sus capacidades para replicar mensajes de derechos de infancia y adolescencia de convivencia pacífica. Se apoyan en diferentes herramientas, entre ellas compartir sus historias de transformación de vida, con niños y adolescentes.
Por eso, se facilitarán talleres en Soacha, Pasto, Medellín y Sincelejo, que permitirán llegar a 2000 adolescentes y jóvenes. En los talleres se desarrollan actividades centradas en los siguientes temas:
- Promover la participación en torno a los derechos de la infancia y la adolescencia
Por qué es importante confiar en sí mismos - Cómo producir historias que generen acciones positivas, para blogs y redes sociales
- Cómo expresar sus ideas adecuadamente y con respeto por los demás.
“La participación contribuye al empoderamiento de los adolescentes. A creer en sí mismos, fortalecerse a través de la colaboración y participar en la realización de sus derechos. En otras palabras, el reconocimiento del derecho a ser escuchado y tomado en serio promueve un sentido de autoestima y capacidad para hacer una diferencia”, afirma Viviana Limpias, representante de Unicef en Colombia.
Adolescencia en primera plana
De acuerdo con la organización, la neurociencia 1 indica que la adolescencia es un período de sustancial desarrollo neurológico, seguido del tiempo de la primera infancia. Durante esta se producen cambios neuronales y fisiológicos significativos. Varios científicos consideran el cerebro adolescente como un «trabajo en progreso». La adolescencia se considera un período crítico para construir. Además, ofrece una segunda oportunidad para quienes no lograron alcanzar todos los objetivos en la primera infancia.
Los científicos hablan del aumento de la plasticidad cerebral durante la adolescencia. Esta hace que el cerebro sea especialmente sensible tanto a las influencias ambientales positivas como a las negativas. Es decir, que en la adolescencia se aumenta la capacidad para mejorar el aprendizaje en varios asuntos como la aritmética básica y la alfabetización. En el lado negativo, factores estresantes como la pobreza, el hambre y la guerra pueden asociarse con resultados neurológicos negativos. Lo mismo sucede con las experiencias individuales como la violencia, la intimidación o el aislamiento social.
“Factores externos como el entorno familiar, los amigos, la comunidad y los contextos políticos, puede tener un impacto profundo en cómo el adolescente procesa y responde a la vida. Con Nuestro Unicef queremos fortalecer nuestro trabajo con la adolescencia en Colombia»: Viviana Limpias.
De esta forma, ser un joven líder de “Nuestro Unicef”, significa poner a disposición el talento, creatividad, energía y capacidades de liderazgo para promover que la niñez y los adolescentes tengan mejores oportunidades para su desarrollo.