Si hay un sitio atractivo para las marcas, es un centro comercial. Aquí, los compradores se mueven a pasos muy rápidos y son cada vez más exigentes con su evolución. Este punto de encuentro es un sitio relevante de experiencia para las marcas y por ende para quienes las consumen. Y como las generaciones cambian y el tiempo no se detiene, tienen el reto de mantenerse al ritmo de esos cambios.

Los volúmenes de venta que genera un centro comercial son el reflejo de su poder para atraer clientes. Por eso, con frecuencia, es necesario entender el tráfico de gente para ofrecerles nuevas experiencias. Deben sumarse a los entornos digitales, renovar los espacios, diversificar y transformarse.

Todo esto con miras a convertirse en centros financieros, en sitios de reunión de negocios, y hasta en destinos turísticos. Esto se puede considerar el matiz interesante que cada centro comercial adquiere día a día.

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Además, para muchas empresas la lealtad a la marca se mantiene en los mercados locales, y una forma innovadora de llegar a esos mercados locales es a través de la publicidad en los centros comerciales. Estos lugares son el país de ensueño de las empresas locales para la publicidad localizada. Las personas no tienen que pasar páginas, o cambiar canales, y las marcas no tienen que esperar que su anuncio sea visto por un golpe de suerte.

No se pierda en abril el dossier: Centros comerciales: las vitrinas de las marcas en evolución. Un análisis enfocado a conocer por qué estos lugares son las vitrinas de los negocios, cuáles son las nuevas tendencias y qué avances tecnológicos predominan.

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