El Dolby Atmos llegó para quedarse.
No es casualidad que el esfuerzo de las compañías productoras de tecnología, audio y entretenimiento esté dirigido a una constante búsqueda de mejorar la calidad del sonido y tener una experiencia sonora que nos sorprenda cada vez más. El ser humano por naturaleza vibra y resuena con cualquier estímulo sonoro y además genera emociones que están directamente relacionadas con situaciones y memorias emocionales que añoramos volver a escuchar; en esas memorias confluyen muchas decisiones de compra, afinidades, posicionamientos de marcas y muchas variables de mercadeo más.
Somos criaturas musicales de forma innata desde lo más profundo de nuestra naturaleza
Afirma, Stefan Koelsch, doctor en neurociencia, músico y psicólogo.
Hemos sido testigos de la evolución del audio. En los años 70, vimos cómo el intento fallido de implementar el audio cuadrafónico fue impulsado por un movimiento de melómanos para crear una nueva experiencia dimensional del sonido. Muchos álbumes fueron lanzados en este formato, pero al ser más costoso de producir y con la limitante de la incompatibilidad con el popular formato estereofónico, hizo que esta innovación quedará sepultada rápidamente.
Posteriormente, vimos cómo el formato surround y el auge de los teatros caseros ganaron espacio con los muy populares DVD'S y unos años más tarde con el blue ray; hasta llegar hoy en día a las plataformas de streaming con la posibilidad de elegir, en gran parte, su contenido y hasta el formato de audio en que se puede oír, si se cuenta con un decodificador en casa y un sistema de parlantes para reproducirlo adecuadamente.
Y la evolución sigue. Hoy estamos viviendo lo que podemos llamar la revolución del audio hacia un formato realmente envolvente o inmersivo porque después de años de investigación y desarrollo de miles de ingenieros de producto —con el foco puesto siempre en el consumidor final y una mejor experiencia—, vemos con gran ímpetu la llegada de la tecnología Dolby Atmos impulsada por compañías productoras de dispositivos como Apple, Samsung y Sony, aunque esta última también ha desarrollado su versión de audio inmersivo llamada 360 Reality Audio, buscando también crecer en el mercado de productores de contenido. Esta nueva tecnología de audio inmersivo y realista es en realidad un formato que permite posicionar un sonido en diferentes puntos del espectro sonoro, pero en 360 grados alrededor de tu cabeza utilizando para esto 128 posiciones u objetos posibles para lograr un nivel de detalle y claridad impresionante.
A diferencia de todos sus antecesores, Dolby Atmos no es un formato complicado para el consumidor. Por el contrario, a tenido muy en cuenta poder estar al alcance de las audiencias de las plataformas de streaming (que representan más del 80% de los consumidores de audio en el mundo) las cuales reproducen el contenido principalmente a través de audífonos y parlantes inteligentes. El mercado mundial de estos dispositivos está en constante crecimiento y dinamismo, alcanzando ventas que aumentan exponencialmente cada año.
En conclusión, lo que se necesita para poder disfrutar de este nuevo formato es tener unos audífonos y estar suscrito a una plataforma de streaming de audio que tenga la opción de reproducir el audio en formato inmersivo como los son Apple Music, Tidal y Amazon Music. Sin embargo, las demás como Spotify siendo líder del mercado, y otras muy importantes como Deezer y Napster ya han anunciado que están trabajando aceleradamente para ofrecer a sus usuarios esta tecnología antes de que finalice el 2023.
¿Y la marcas qué?
En esta constante evolución en donde es absolutamente necesario poner al cliente en el centro y crear una verdadera experiencia alrededor de él, el uso del audio inmersivo incrementará así la memorabilidad de la marca, su top of mind y afectará indudablemente sus decisiones de compra. No se trata solo de la posibilidad de hacer audio publicitario con esta tecnología; se trata también de abrir una puerta gigante para la creación de contenido de marca en donde el consumidor vive una experiencia diferente e inmersiva. El poder conectar con temas como el medio ambiente, viajes, salud o tener un relato sintiendo realmente el entorno en donde está el narrador, son algunos ejemplos que hoy son posibles y más cercanos a la realidad.
Hace apenas algunos días, desde Kilombo Estudio de Contenidos, entregamos nuestro primer proyecto de audiobranding en este formato y la reacción del cliente y sobre todo de su audiencia ha sido realmente favorable ya que una vez lo han experimentado, volver al estéreo se volverá una alternativa a ser pensada más de dos veces. Aprovechar el audio inmersivo no solo hace que las marcas se oigan, sino que ahora también se van a sentir.
“Creo que el formato Dolby Atmos, es simplemente una evolución más en el audio y su tecnología, pero siempre el rey será el contenido” en eso estamos de acuerdo desde la industria, pero esta nueva posibilidad de estar inmersos en la música o en lo que creamos los productores de contenido, genera un vínculo más estrecho con lo que queremos decir, cantar o comunicar. No es casualidad que las disqueras esten remasterizando todo su catálogo para este formato, así como que las plataformas de contenido ya están empezando a exigir tenerlo para distribuir el contenido.
Las posibilidades para el podcast, la música, el cine, la TV y los videojuegos son infinitas si tenemos en cuenta la creatividad del ser humano y su potencial desarrollo de contenidos apoyada con la inteligencia artificial. Recordemos que estar primero es impactar, por seguro, con mayor efectividad en nuestras audiencias.
Es momento de que las marcas empiecen a entender esta tecnología, de familiarizarnos con el audio inmersivo como una herramienta para captar y potenciar la atención de las audiencias, de comenzar desde los ecosistemas sonoros a fortalecer vínculos a través de experiencias innovadoras y de alto impacto. El que no se monte en esto, definitivamente quedará cuadrafónico.
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