Por estos días, los informes de tendencias son el centro de conversación tanto de las marcas como de las agencias. Sin embargo, ponerlas a nuestro favor no es tarea sencilla.
Con un 2025 a la vista, el mundo de las marcas se prepara para transformaciones que orientarán las estrategias empresariales. Las tendencias relacionadas con: digitalización e inteligencia artificial, autenticidad y transparencia, contenido breve, profundización de la humanización de las marcas y la realidad aumentada, ponen frente a frente, el presente y el futuro de la comunicación de las marcas. Sin embargo, es crucial analizar cómo aprovechar dichas tendencias y si estas son aplicables a todos los tipos de marcas.
La inteligencia artificial (IA) continúa siendo una fuerza dominante. Esta tecnología permite a las marcas personalizar mensajes y optimizar campañas a través de la automatización de grandes volúmenes de datos. No obstante la comunicación digital va más allá y trasciende la tecnología; se trata de cómo esta nos capacita para conectar de manera efectiva con nuestras audiencias pero está en el humano lograr agitar sus emociones.
Para muchas marcas, especialmente en sectores tecnológicos o de consumo masivo, la IA representa una oportunidad significativa para la segmentación y personalización. Sin embargo, las empresas en industrias menos digitalizadas o con presupuestos limitados podrían enfrentar barreras. Para marcas más pequeñas o tradicionales, la implementación de IA puede resultar costosa y compleja, requiriendo una planificación cuidadosa para asegurar que el retorno de la inversión justifique el gasto. Por lo tanto, es útil indagar por una comunicación más afín a los sentidos y a las emociones de los consumidores, buscando acciones que tengan más proximidad con los consumidores y conectando con una de las tendencias que comentaré a continuación.
La humanización de las marcas implica crear conexiones emocionales genuinas con los consumidores. Las firmas que demuestran empatía y autenticidad pueden construir relaciones más sólidas. Los consumidores contemporáneos valoran la conexión emocional.
Este enfoque es especialmente relevante en mercados saturados, donde la diferenciación basada en valores y emociones puede ser clave. Sin embargo, para marcas en sectores industriales, donde la interacción con el consumidor puede ser menos personal, humanizar la marca puede ser un desafío. Estas empresas deben encontrar formas creativas de conectar emocionalmente con su audiencia sin perder el enfoque en su propuesta de valor.
La autenticidad y la transparencia se han convertido en imperativos para construir confianza y lealtad. No todo es IA. En un entorno saturado de desinformación, avatares y metaverso, las marcas que optan por una narrativa honesta y abierta pueden destacarse. Una comunicación auténtica no solo construye confianza, sino que también fortalece la lealtad del cliente. Si su marca está en los sectores de consumo masivo, moda y/o entretenimiento este camino es el correcto.
Esta tendencia es universalmente relevante, pero su aplicación varía. Para marcas en sectores regulados, como la industria farmacéutica o financiera, mantener la transparencia puede ser complicado sin comprometer información sensible. En contraste, para marcas de consumo directo, la autenticidad puede gestionarse más fácilmente mediante prácticas de sostenibilidad y responsabilidad social corporativa.
Con la disminución de la capacidad de atención de los consumidores, los contenidos breves y visualmente atractivos están ganando protagonismo. Los formatos de video corto en plataformas como TikTok, YouTube e Instagram Reels obligan a las marcas a adaptar sus estrategias para captar la atención en segundos.
Esta tendencia se adapta bien a marcas que buscan atraer a audiencias jóvenes, donde el contenido visual y conciso es crucial. Sin embargo, para aquellas que requieren comunicación más detallada o técnica, como las empresas B2B, esta estrategia puede resultar insuficiente. Estas marcas deben equilibrar el contenido breve con formatos más extensos para proporcionar la profundidad necesaria a sus audiencias.
La realidad aumentada (AR) es una potente herramienta para transformar la interacción del consumidor, ofreciendo experiencias inmersivas que redefinen la experiencia del usuario.
A pesar de su potencial, la adopción de AR puede ser desigual. Las marcas con productos visuales, como las de moda o bienes raíces, pueden beneficiarse enormemente. Sin embargo, las empresas en sectores más abstractos o técnicos podrían encontrar la implementación de AR menos relevante debido a los altos costos. Para estas marcas, la inversión en AR debe evaluarse cuidadosamente en función del valor añadido a la experiencia del usuario.
Las tendencias para 2025 ofrecen un panorama prometedor para la comunicación de marca , pero su aplicabilidad no es igual para todas. Mientras que la digitalización y la autenticidad son ampliamente beneficiosas, su implementación debe adaptarse a las especificidades de cada sector. El contenido breve y atractivo, la humanización y la realidad aumentada tienen un potencial transformador, pero su aplicación variará significativamente según el tipo de marca y su contexto. La clave para el éxito será cómo cada marca evalúe y adapte estas tendencias a sus objetivos y su audiencia específica, asegurando que su estrategia de comunicación evolucione de manera efectiva en un entorno cada vez más competitivo. No toda “moda” nos queda bien.
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