Según el último estudio de Nielsen sobre el impacto del COVID-19 en el consumo masivo, el estilo de vida se ha visto modificado, y por ende las preferencias del consumidor.
«Las personas se encuentran abasteciendo activamente sus alacenas con suministros de emergencia, a medida que crecen las preocupaciones por el virus», dicta la investigación. De igual forma, asegura que sus comportamientos de compra responden a una tendencia global de incrementar los protocolos de higiene y aseo.
En Colombia los productos como alimentos no perecederos, o de larga duración, así como de aseo personal y salud, lograron un incremento en sus ventas. Sin embargo, hubo otros, que por la prioridad que realizan los compradores ante la emergencia, quedaron relegados.
El de mayor aumento en compra, con un 51%, fueron las verduras congeladas. Le sigue el garbanzo, las harinas precocidas de maíz, el jabón de tocador y los suplementos alimenticios. Por debajo del 30% de incremento en ventas se encuentran los blanqueadores, los antigripales, las pastas, las lentejas y los pañuelos faciales.
Los grandes perdedores en el mercado por la crisis, según el estudio, son las chocolatinas con un 42% de reducción de ventas. Le siguen los bolígrafos desechables, los licores RTD, el Ron, el Aguardiente, los betunes y las bebidas de té para preparar. Por debajo del 10% de disminución de compra se encuentran las cervezas, las mermeladas y los desodorantes.
Otras tendencias
De igual forma, el estudio arrojó que existen algunas restricciones de la crisis como limitar el número de ingresos a un establecimiento, la compra de un mismo artículo por persona y los horarios exclusivos, que también condicionan el comportamiento del consumidor.
Las compras en línea se convirtieron en las favoritas mundialmente. Debido a las medidas de aislamiento social para evitar el contagio, el e-commerce no solamente se posiciona sino que también tiende a permanecer en las preferencias del consumidor. Nielsen aseguró que un 93% de los colombianos estaría dispuesto a realizar el mercado online en los próximos 2 años.
Frente a este nuevo escenario, las marcas y las grandes plataformas de compras, deben adaptarse a las nuevas necesidades de los consumidores. No solamente para facilitar las condiciones de compra y abastecimiento frente a la crisis, sino para sobrevivir en la cabeza de los compradores y a las nuevas tendencias que de esta situación se pueden generar.
