viernes, abril 26, 2024
Comunicación

Tampones, publicidad y tabú, ¿hasta dónde se puede llegar?

Por Ignacio Ardila. En medio de un contexto donde a pesar de muchos cambios de paradigma aún existen innumerables ideas arraigadas en el imaginario colectivo, surgen comerciales, publicidad polémica, que por su mensaje, propósito o estética crean controversia. Fue el caso de la marca de tampones Tampax Pearl, la cual produjo un mensaje muy controvertido que iba destinado a sus consumidoras españolas, con el que buscaba sostener sus ventas durante el verano.

Acudiendo a la actriz Amaia Salamanca, Tampax Pearl se valió de unas muy sugerentes situaciones en las que la protagonista seducía a unos hombres explicándoles manualmente cómo insertar y usar un tampón con frases tales como «este verano mójate».

Al poco tiempo de su exposición, el comercial recibió un tsunami de críticas a favor y en contra, los que fluctúan entre el odio a la marca por considerarla «codificante y sexista» hasta los que defienden el mensaje por considerar que hay que dejar atrás los tabués.

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Muchas usuarias de redes sociales comentan opiniones como esta: «En efecto, el anuncio es muy desafortunado. Hay aspectos de la vida diaria de una mujer que corresponden a su intimidad y es preciso que los publicistas aprendan a respetar esto. No somos menos modernas o menos feministas si exigimos que se respeten aspectos que sólo a nosotras nos conciernen. La publicidad nos utiliza continuamente como objetos, eso está claro, pero la invasión de nuestro ámbito privado me parece un exceso: obviamente somos la diana de productos contra la sequedad o el olor vaginales y objetivo de basura publicitaria de tampones o compresas, pero además somos el destinatario de las pastillas contra los gases, laxantes varios, microenemas o pomadas antihemorroidales».

Otros se quejaron tanto de la marca como de la agencia que produjo el comercial: «Sinceramente, yo creo que este anuncio es el resultado de tanto recorte, tanto despido y tanto trabajo relegado a los becarios (ya sabéis, tú curra que ya te pagaremos poco) tanto de una empresa de publicidad como de la marca que se anuncia… ¿Ya no quedan profesionales con criterio, dos dedos de frente, chispa, principios, o lo que sea?»

Los que no vieron inconveniente en el comercial, asumen posturas expresadas en las mismas redes sociales como la siguiente: «Reconozco que me gusta, pensé que iba a ver un absurdo anuncio de compresa o tampón más, pero este es distinto. Muestra a hombres interesándose por esa parte tan natural de la intimidad femenina y a una mujer mostrándola sin rubor. Quizá es un pequeño paso para entender la menstruación como algo natural y positivo».

Y este caso de Tampax no ha sido el único polémico. La llamada «la movida del verano» para sacar sus anuncios en la categoría «cuidado personal femenino» también tuvo repercusiones en Norteamérica donde una pieza televisiva llamada «Gyno Camp» se valió de una niña que de modo simpático rompió todos los tabués y habló con la naturalidad propia de su edad acerca de la menstruación, el uso de tampones y los cambios hormonales.

La polémica está viva, entre detractores y liberales. ¿Hasta qué punto hay que ser radical cuando se trata de romper un tabú publicitario? ¿Qué tan arriesgada puede ser una marca que se enfrenta a decir la verdad a sus consumidores?