Las películas live-action, la mayoría de veces basadas en una animación, se caracterizan por utilizar principalmente personas u objetos reales en lugar de animados. Y ahora, están volviendo a mover la industria del cine, de ahí que, 2019 será el año de la acción en vivo.
¿Cómo se explica su demanda y éxito? En 1817, Samuel Taylor Coleridge, habló del término suspensión de la incredulidad (suspension of disbelief) para referirse a obras de ficción y la implausibilidad de la narrativa planteada. Es decir, un contrato tácito entre el director de una película y el espectador, en cuanto a la confianza depositada en que la historia presentada va ser verosímil para la audiencia. De ahí que la industria del cine intente llegar a los consumidores mezclando la realidad con la animación.
Esto requiere lograr una balance entre lo que la producción quiere mostrar y lo que la audiencia está dispuesta a creer. Pese a las críticas, películas como ‘Maléfica’ y series como ‘Death note’, han dejado en evidencia que en un mercado tan grande, se pueden encontrar diferentes tipos de espectadores. Algunos prefieren las narrativas con un entorno realista y otros simplemente se conforman con que el universo que se les presente sea lo suficientemente coherente.
Los géneros que más utilizan este contrato tácito suelen ser la fantasía y la ciencia ficción. Estos, plantean escenarios mágicos, abren otros universos, presentan distopías, y el éxito está en que la audiencia, en lugar de cuestionarse, acepte introducirse en esa atmósfera. Y como muestra de que seguimos imaginando y anhelando historias fantasiosas, los live-action se están tomando el cine y la televisión.
En nuestros tiempos, Disney es, quizás, el mayor exponente del live-action en el cine. El estudio ha encontrado la fórmula para mover el negocio y ya ha probado el éxito con películas como ‘Cenicienta’, ‘El libro de la selva’, y ‘La bella y la bestia’. Ahora, el gigante del entretenimiento se prepara para llevar a la gran pantalla: ‘El Rey León’, cuyo primer tráiler oficial rompió un récord de 224.6 millones de reproducciones globales; ‘Aladdín’, ‘Dumbo’ y posiblemente ‘Mulán’.
Y es que, todo este movimiento en la industria del entretenimiento, resulta inspirador para la publicidad. Finalmente, si hay una protagonista en estas obras y producciones es la creatividad, la misma que garantiza el éxito para todos.
