El difícil momento por el que atraviesa la economía mundial, ha incrementado considerablemente el desempleo. Los Gobiernos se han visto obligados a tomar medidas encaminadas en salvaguardar la salud de la población, teniendo que sacrificar la estabilidad económica. Esto ha desencadenado un miedo generalizado tanto en las empresas como en las personas, llevándolas a tomar decisiones apresuradas.
En la siguiente nota le compartimos un análisis de las alternativas y formas que tienen las empresas para evitar los despidos y así cuidar a sus colaboradores. Inicialmente hablaremos de la sensibilidad que deben tener las empresas y posteriormente de las medidas que pueden tomar.
Comunicación: las empresas deben ser dueñas de su discurso
La comunicación es absolutamente clave y debe ser un eje estratégico para llegar a los diferentes stakeholders, entre ellos, los colaboradores. Hay que estar en la capacidad de dirigirse a todos los públicos. En este momento no vale un modelo de comunicación operativo, es decir, hay que ser mucho más empático, mucho más cercano y lo que se busca con la comunicación es transmitir confianza y tranquilidad, para esto hay que conectar con las personas a las que se está dirigiendo.
Para Carmen Sánchez, directora regional de Atrevia, las claves de una estrategia de comunicación son: “En primer lugar, tener presente que el silencio y la falta de transparencia no funcionan. Tenemos que ser capaces de ponernos en la piel de los otros. En segundo lugar, la rapidez, la coherencia y la responsabilidad son absolutamente fundamentales a la hora de responder a esta crisis desde todas las perspectivas.”
Cabe resaltar, que cada empresa debe identificar a quién necesita comunicar, como los clientes y sus colaboradores. Es fundamental explicarles a los colaboradores (empleados, proveedores), la importancia que tiene su trabajo durante esta época de la pandemia. Las empresas deben tener la iniciativa de comunicarles cómo impactan sus labores, pese a las condiciones de incertidumbre. “Si la compañía no toma primero la palabra, otra persona va a ser dueño de su discurso y es así como los rumores surgen. Solo se combaten con información”, asegura Carmen Sánchez.
Debemos contar con canales de comunicación abiertos
Para Lydia Lee, presidente de la firma consultora de relaciones públicas y comunicaciones Weber Shandwick en China, el rol de la comunicación es fundamental. “No sólo los miembros de una organización, sino también sus clientes y el público en general, necesitan conocer el estado y las medidas tomadas por ésta ante las crisis. Tener canales de comunicación abiertos y transparentes, así como información precisa y actualizada puede hacer una gran diferencia positiva.”
Según una encuesta realizada por Weber Shandwick y KRC Research en Estados Unidos, los colaboradores que han recibido información constante y precisa tienen más probabilidades de sentir que su empleador pone la seguridad y la salud de los trabajadores por encima de las ganancias.
La empatía es la clave
Ahora bien, una de las claves es tener empatía con los demás y establecer que el silencio y la falta de transparencia, rara vez funcionan o son rentables en una crisis. Estamos en un momento en el que las personas necesitan saber y entender y es ahí donde juega un papel la empatía y la pedagogía. No se trata sólo de dar órdenes, sino de estar en la capacidad de ponerse en la piel de las personas a quienes se está dirigiendo.
“Todos debemos ser conscientes de que hay empresas que pueden no tener el pulmón financiero ni los recursos. Por ello, ser coherentes en las acciones y pedagógicos en nuestra comunicación con los colaboradores es fundamental. Ahora bien, en la mayoría de los trabajadores hay un índice alto de aceptación cuando les explican la medida. Esto no es un capricho de las empresas y hay dos opciones, o se reduce jornada y salario, o se hacen despidos. Cuando las personas entienden que esto no es ahorrar porque sí sino es una cuestión de supervivencia se consigue que se unan a la causa”, añade Carmen Sánchez.
A lo anterior se suma la cultura de la compañía; otro factor determinante. En una cultura donde todos trabajan por la misma causa y el flujo de comunicación es constante, la probabilidad de que entiendan estas medidas es mucho mayor a una compañía en donde no explican las cosas y tradicionalmente es una empresa muy vertical y jerárquica. Es así como la cultura previa construida por la empresa va a ser determinante para la receptividad de las medidas.
El desempleo: un reto para toda Latinoamérica
De acuerdo a la CEPAL, el desempleo será uno de los mayores retos en Latinoamérica, debido a la contracción en su crecimiento. Esto ocasionaría un aumento de diez puntos porcentuales, aproximadamente, en el desempleo.
Para Joaquin Jimenez, Managing Director de The Bonding, existen formas previas que tanto empresas, como gobiernos, pueden evaluar antes de decidir acudir a despidos masivos. “Las empresas, trabajadores y el gobierno deben ser proactivos en la búsqueda de esquemas de compensación que permitan superar esta crisis. En ese sentido es importante preguntarse, ¿qué podemos tocar (financieramente hablando) antes de tocar los puestos de trabajo?”.
De acuerdo a una investigación realizada por la plataforma de estudios salariales Show Me The Money, empresas encuestada en Colombia, Chile y Perú, aseguran estar tomando medidas antes de acudir a los despidos masivos. De las 2.518 participantes, el 51% ha decidido reducir el salario mensual de sus colaboradores en un porcentaje razonable y de manera consensuada. Un 14% ha cerrado las instalaciones instaurando vacaciones colectivas. Otro 13% ha eliminado los incrementos salariales proyectados, o incluso acordados para 2020. El 8% modificaron el esquema de pago de comisiones, y, finalmente, el 8% ha reducido su planilla en un porcentaje superior al 10%.
¿Qué deben hacer las empresas para afrontar la crisis de la mano de sus colaboradores?
José Antonio Gatica, General Manager de Show Me The Money, analiza 5 medidas que pueden tomar las empresas, explicando sus ventajas y desventajas:
Reducción del salario mensual de sus colaboradores en un porcentaje razonable, y de manera consensuada:
Todos somos conscientes que las empresas están evitando entrar en quiebra, para de ese modo continuar con su funcionamiento y la generación de empleo. Sin embargo, corren el riesgo de destruir vínculos laborales valiosos y que, por esa razón, se presente desmotivación en los equipos de trabajo. Se podría pensar en un beneficio post crisis que recompense al colaborador y le regrese la motivación.
Cerrar las instalaciones de las empresas para dar vacaciones colectivas:
Es una manera viable de manejar la crisis pues combina un beneficio obligatorio con momentos de baja productividad. Así se asegura una mayor productividad en el retorno de la normalidad de las operaciones, con 100% de los recursos humanos activos. La desventaja que esto supone, está en que asumir productividad 0 en ese tiempo, puede no ser sostenible para muchas de ellas. Sería mucho más eficiente aplicar las vacaciones a quienes tienen periodos de descanso acumulados.
Eliminar los incrementos salariales proyectados, o incluso acordados para 2020 y 2021:
Esto permite a la organización fijar los costos con salarios y revisar de forma más segura las estrategias para sostener el negocio en el futuro. De esa manera le permite a las personas atender sus costos mensuales sin que haya un impacto negativo percibido en la calidad y estilo de vida. La desventaja está en que puede ser contraproducente en términos productivos. Puede desmotivar el colaborador, limitando sus deseos de innovar y crear nuevas maneras de hacer negocios.
Modificar los esquemas de pago de comisiones e incentivos variables por desempeño:
Pueden ser una buena medida enfocada en ofrecer a los colaboradores compartir los riesgos y acompañar la la rentabilidad del negocio junto al esfuerzo de cada uno para enfrentar el momento. Estamos hablando acá de 2 efectos, el primero en los ajustes a la periodicidad de pago y por el otro lado al cambio en el mix de compensación fijo y variable. Sin embargo, la incertidumbre y la dificultad del momento, podrían hacer que la compensación basada en comisiones o variables agresivos, sean consideradas como alternativas no atractivas y poco motivacionales por el colaborador en esta etapa.
Reducción de la planilla en un porcentaje superior al 10%:
Permite una reducción de costos alineado a la baja productividad del momento. Esto posibilita una mayor asistencia a los colaboradores más esenciales y a la manutención del negocio. El desafío se centra en apoyar la desvinculación de manera responsable, por medio de canales digitales. Además, se debe transmitir seguridad a los que permanecen y planificar el regreso de las operaciones al 100%, lo que implica tener un número ideal de personas capacitadas.
La post-crisis empresarial
Hay que tener en cuenta que cada sector o empresa va a tener unos tiempos de reactivación diferentes de acuerdo con la demanda. Esto se debe a que van a aparecer nuevos hábitos y el panorama será diferente. Las empresas deben hacer un análisis muy claro de los impactos que ha dejado la crisis cuando finalice. Según como una compañía responda durante la crisis, va a marcar una imagen y reputación fuerte ante los consumidores.
La post-crisis no va a ser igual para todas las compañías de acuerdo con las medidas que haya tomado, entonces la clave esta en el ahora. El ahora definirá el plan de trabajo cuando la situación se tranquilice. Los colaboradores son excelentes embajadores de marca, entonces es muy importante tener una escucha activa con todos los factores que los rodean.
Carmen Sánchez puntualiza que: “Esta crisis ha puesto un acelerador en cuanto a la transformación digital de las empresas. Todas las compañías que no estaban preparadas trabajarán en sus modelos antiguos de hipercontrol sobre los trabajadores. Están obligados a cambiar su forma de pensar y en cambio, las compañías que ya tenían modelos de teletrabajo implantados, se les ha hecho menos difícil el acople a la crisis. Otro factor que cobra total relevancia es la colaboración y solidaridad entre empresas y personas.”
Flexibilidad para reorganizarse
Como sociedad debemos ser conscientes de la etapa de que entramos a una nueva normalidad. Algo que exigirá flexibilidad tanto de las empresas, como de los trabajadores. “La capacidad para adaptarse a nuevas situaciones es imprescindible durante los tiempos de crisis. Sin embargo, para hacer ajustes y reestructuración de funciones es necesario entender cuáles son las capacidades y experiencia de cada colaborador. Esto con el fin de definir muy bien dónde puede ser de mayor beneficio para la organización”, asegura Lydia Lee.