Pese a que muchas de las palabras no son reconocidas por RAE, existen maneras adecuadas de escribirlas
Al escribir piezas publicitarias cuyo concepto es comunicar ‘colombianidad’ es normal que se piense en palabras comunes entre colombianos. Sin embargo, como no todas son reconocidas por la Real Academia de la Lengua española, se convierte en una aventura escribirlas correctamente.
Es importante resaltar que en la lengua castellana, como en toda lengua, existen ramificaciones. La más grande es el americanismo (o americanismos) pero de esta hacen parte vocablos, giros y modos propios que hacen único al español de cada país. En nuestro caso, los colombianismos.
«A precio de bocadillo veleño», «Un país de gente berraca», o «los colombianos son unos bacanes», son expresiones comúnmente usadas en nuestra publicidad, pero ¿están bien escritas? El Nuevo Diccionario de Americanismos (en el tomo de «Colombianismos») del Instituto Caro y Cuervo, presenta algunas recomendaciones:
¿Verraco o berraco?
La persona que sobresale por su talento o destreza, o una situación extraordinaria, es aceptada igualmente como Berraco o Verraco, aunque venga del latín verres que define tanto al cerdo padre como al acto de dar señales de enfado y enojo.
¿Bacano o vacano?
Un hecho, objeto, sujeto o situación, sobresaliente o agradable es «bacano». Así que también con B es adecuado el uso de sus derivaciones (como «Bacán»).
¿Biringo o viringo?
Alguien desnudo está «viringo» (también se utiliza el colombianismo «empeloto»).
¿Envolatado o embolatado?
La persona que se encuentra en una situación complicada está «embolatada».
¿Abispao o avispado?
El individuo inteligente, ingenioso, es «avispado».
¿Parce o parse?
Su amigo, su leal compañero, es un «parce».
¿Veleño o beleño?
Cuando quiera uno de estos bocadillos pídalo como «veleño», ya que se refiere al dulce de guayaba más representativo del municipio de Vélez en Santander.
Estos pequeños ejemplos son claves para su uso diario. No olvide que, así no sean reconocidos por la Real Academia Española, no desmerecen un uso adecuado.