Según estudios recientes, se estima que esta forma de publicidad es responsable de la producción de aproximadamente 85 millones de toneladas de CO2 al año, equivalente a la contaminación generada por 18 millones de vehículos a gasolina. Estas cifras son alarmantes y han llevado a que este año el festival de publicidad de Cannes ponga sus ojos en la relación entre la sostenibilidad y la publicidad digital.

En esta edición, el festival ha dado un paso importante al solicitar a todas las campañas inscritas que informen sobre la huella de carbono generada durante el desarrollo y ejecución de las mismas. Esta medida busca crear conciencia sobre el impacto ambiental de la publicidad digital y alentar a las marcas a adoptar prácticas más sostenibles. Es un llamado a la acción para reducir, medir y compensar las emisiones de CO2 derivadas de la operación, producción y compra de medios para las campañas publicitarias.

En este contexto uno de los expositores, Ad Net Zero, ha llamado la atención de los asistentes al evento. Creado en 2020 y liderado por grandes de la industria como IPG, Dentsu, Havas, WPP, Omnicom, Google, Meta, entre otros, Ad Net Zero se ha convertido en el movimiento más visible e influyente en torno a la descarbonización de la publicidad digital. Su objetivo es claro y ambicioso: reducir a cero la huella de carbono de la publicidad digital antes de 2030.

Esta iniciativa busca transformar la forma en que las marcas abordan la publicidad en línea y promover prácticas sostenibles en toda la cadena de valor. Ya no se trata solo de generar impacto en las audiencias, sino también de ser responsables con el medio ambiente.

Parte del compromiso comienza por medir la huella de carbono de las campañas. Las marcas deben adoptar sistemas de seguimiento y medición precisos que les permitan evaluar el impacto ambiental de sus acciones y de los medios que compran. De esta manera, podrán encontrar áreas de mejora e identificar proveedores que tengan el mismo compromiso de reducir su huella de carbono.

En la misma vía, la compensación de las emisiones generadas es también un componente esencial para lograr la descarbonización de la publicidad digital. Por medio de bonos de carbono certificados, las marcas pueden invertir en proyectos de energía renovable o reforestación para compensar las emisiones generadas por sus campañas. Al hacerlo, no solo están reduciendo su impacto ambiental, sino también contribuyendo a la transición hacia una industria ambientalmente responsable.

La publicidad sostenible ha adquirido una relevancia sin precedentes en la actualidad. Los consumidores están cada vez más preocupados por el impacto ambiental de las empresas y esperan que estas asuman la responsabilidad de minimizar su huella de carbono.

Ya no se trata solo de una moda, una tendencia pasajera, ni de un recurso que usan las marcas para “quedar bien”, sino de un compromiso genuino con sus audiencias y, sobre todo, con el planeta. Para las marcas, la publicidad sostenible se ha convertido en un factor clave para ganar la confianza y lealtad de los consumidores.

Por fortuna, en la actualidad la industria tiene acceso a un abanico cada vez más amplio de herramientas y recursos que les permiten reducir, medir y compensar la huella de carbono de sus campañas. Ya no hay excusa para no tomar medidas sostenibles. Desde la puesta en marcha de prácticas que contribuyan a la reducción de la huella de carbono, hasta el uso de herramientas que miden y compensan las emisiones de Co2 de las campañas. Hoy en día existen diversas estrategias que pueden implementarse para reducir el impacto ambiental de la publicidad digital.

Para poner un ejemplo, en Colombia ThanksToYou se ha convertido en una abanderada de la causa. Varias marcas en Latinoamérica ya utilizan GreenAds, anuncios que al ser vistos neutralizan Co2 del medio ambiente y su plataforma GreenTag, que mide y compensa automáticamente la huella de carbono de cualquier campaña de publicidad digital.

Sin duda, la descarbonización de la publicidad digital se ha convertido en un compromiso ineludible para las marcas. Con seguridad, este no será un tema que se quede en Cannes, sino algo que empezará a tocar cada vez más de cerca a los diferentes actores de la industria.

La pregunta ya no es quién toma la iniciativa, sino quien no se queda atrás.

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