jueves, diciembre 19, 2024
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Los tokens no fungibles (Non-fungible tokens, NFT) han ganado popularidad en internet y son catalogados como uno de los mejores ejemplos de aplicación de tecnología blockchain. Su auge se da por ser el móvil (activo digital) para la venta de objetos físicos o digitales por millones de dólares, por lo cual creadores de contenido, artistas y músicos utilizan esta tecnología para vender sus productos artísticos en la web y con esto, se ha abierto una posibilidad de mercado sin precedentes.

licencias nft

Los NFT se han convertido en elementos fundamentales de una nueva economía digital y su aparición ha permitido crear una escasez digital programable, con la cual el mundo digital emula al real.

Los NFT son una unidad de valor criptográfico derivada de Blockchain, con la capacidad de representar un activo único. En contraste con las criptomonedas, que también usan esta tecnología, un NFT posee información adicional única que permite asignar una representación digital de un objeto físico o digital. Por su naturaleza no fungible o intercambiable, puede funcionar como prueba de autenticidad y propiedad del objeto al que representa y se diferencia de otros archivos digitales que pueden ser fácilmente copiados, incluso ilegalmente.

Con un NFT, no importa cuántas veces se reproduzca o se copie el contenido representado, siempre hay una copia digital única que es propiedad de alguien y está individualizada.

Ahora bien, es necesario distinguir entre la propiedad de un NFT de la propiedad del contenido con el que dicho NFT puede estar asociado. Cuando alguien compra un NFT vinculado a cierto contenido, no obtiene automáticamente los derechos de autor subyacentes al mismo.

Estos derechos solo se transfieren si el titular de los derechos patrimoniales del contenido demuestra por escrito que tiene la intención de cederlos junto con la copia del contenido. A menos que el comprador del NFT haya recibido un permiso explícito del titular, aquel no podrá realizar ningún tipo de explotación económica sobre el contenido asociado al NFT.

En ausencia de documentación adicional, el comprador de un NFT adquiere, a través de esa compra, una licencia “implícita” no exclusiva para exhibir el contenido solo con fines personales y de ninguna manera adquiere los derechos de autor subyacentes al contenido asociado al NFT, ni sus respectivos derechos patrimoniales.

Esta diferenciación de propiedades no es tan intuitiva, y para evitar cualquier conflicto derivado de la falta de claridad sobre sus definiciones y alcances, es recomendable establecer por mutuo acuerdo qué derechos se están adquiriendo en un NFT.

Los vendedores de NFT deberían adoptar una licencia en que se describan los derechos que se otorgan al comprador de un NFT. Como ejemplo, esta licencia puede autorizar: i) el uso y exhibición del contenido para fines personales, así como ii) la posibilidad de ceder ciertos derechos patrimoniales asociados al contenido del NFT, sujeto a una remuneración.

Esto, con el fin de ofrecerle un valor agregado al comprador del NFT, más allá de la mera tenencia y exclusividad del contenido asociado.

Para ser claros, la licencia NFT es simplemente un contrato sugerido que los compradores y vendedores pueden usar cuando lo consideren apropiado, para evitar cualquier ambigüedad o conflicto frente al uso del contenido asociado al NFT. Ante el inminente auge de este nuevo mercado digital, se deben establecer mecanismos que eviten cualquier riesgo de conflicto entre compradores y vendedores de NFT.