lunes, marzo 18, 2024
Carlos Martinez

Para los lectores mayores de 35 años, Abre los ojos (1997) es una clásica película del cine español; mientras que el público joven está más familiarizado con la estadounidense Vanilla Sky (2001). En este par de películas, el protagonista sufre un terrible accidente y cuando despierta, piensa que su mundo es exactamente igual al que vivía antes de la catástrofe. Lo que el protagonista no sabe es que, después del episodio traumático, el mundo cambió para siempre y la realidad no volverá a ser igual.

Cualquier parecido con la realidad que estamos viviendo como sociedad no es coincidencia: padecimos un terrible incidente y algunos siguen esperando que dentro de poco esto no sea más que vago recuerdo y retornemos a nuestra vida. Ellos aún no abren sus ojos. Este artículo es una invitación a que nos imaginemos cómo es realmente el nuevo mundo en el que vamos a salir. En general, la mayoría de los aspectos de la vida va a cambiar, pero dado el tipo de lector que tenemos en la revista, quiero enfocarme en los aspectos de consumo, consumidor, comunicación y comercio.

La forma de comprar

Durante muchos años, se ha hablado de los cambios en los hábitos de compra del consumidor, y si bien en los últimos 3 años, las compras por medios digitales se triplicaron, seguían siendo insignificantes para la mayoría de las compañías. Sin embargo, en el mundo hay puntos de inflexión, un momento en que sucede algo –a veces, esperado; a veces, producto de la casualidad– que cambia la tendencia histórica.

Este punto de inflexión llegó este año para la forma en que compramos; calculamos que en los últimos 5 meses las compras por medios digitales se han triplicado. En este punto, la pregunta es si la forma de comprar retornará al comercio en espacios físicos, una vez termine el confinamiento.

Aquí debemos entender cómo piensa el consumidor, y la frase que creemos que resume su comportamiento es “llegué a las compras por internet por el confinamiento, me voy a quedar por los beneficios”. Las personas probaron “a las malas” las compras a un clic y una vez probaron, entendieron las diferencias de fondo. Abramos los ojos, el comercio digital será un jugador de peso en el comercio.

La forma de comer

Uno de los segmentos con mayor crecimiento en Colombia era el de los restaurantes. Bogotá se estaba convirtiendo en un destino gastronómico; Cartagena tenía una variedad de establecimientos que ofrecían platos deliciosos, lo mismo Cali, Medellín, Barranquilla… En fin, en Colombia nos gusta comer bien. No teníamos nada qué envidiarle a ningún país, en cuanto a la diversidad y calidad de restaurantes; sin embargo, el confinamiento y el distanciamiento físico frenaron en seco este desarrollo. Desde los corrientazos hasta los restaurantes finos se vieron afectados.

Esto no quiere decir que los colombianos no queramos comer rico, sino que el modelo de alimentación cambió. Las empresas que cambien su modelo de negocio para llevar platos deliciosos a la mesa de la casa e, incluso, que cambien la experiencia de consumo tienen oportunidades gigantescas. Abramos los ojos: esto no quiere decir que el domicilio como tal sea la respuesta a los muy afectados restaurantes; quiere decir que la necesidad de comer rico permanece y el cómo satisfacerla es la carrera que se puso en marcha; la tecnología jugará un papel fundamental en este nuevo ecosistema de alimentación.

La forma de trabajar

“La gente no trabaja desde la casa, es necesario verlos a todos acá”. Esta era una frase muy común en el ámbito empresarial colombiano; sin embargo, la realidad obligada del confinamiento nos mostró lo equivocados que estábamos. Muchas empresas de diversos sectores han manifestado que la productividad de los colaboradores de la empresa desde casa, se ha incrementado, sin contar que diversos gastos se redujeron; además, los empleados sienten el beneficio de no tener que perder tiempo en desplazamientos.

Abramos los ojos, las empresas que no puedan administrar sus negocios a la distancia estarán en desventaja competitiva y aquellas que manejen el tema de forma correcta tendrán incluso acceso a talento fuera de su área de influencia.

La forma de comunicarnos con los consumidores

El consumidor ya no es un porcentaje demográfico dentro un segmento del mercado; es una persona con intereses y gustos propios de su personalidad. Sus gustos no están amarrados a su edad, sino a elementos propios de su estilo de vida. Sin embargo, muchos seguimos pensando en “comunicación para todos”.

Abramos los ojos, la comunicación está amarrada ahora a big data, a analítica, a entender cómo con los millones de datos nos generarán una comunicación eficiente con las personas indicadas.

La razón de ser de las empresas exitosas

Tradicionalmente, las empresas han sido vehículos de lucro de los socios y eso es fundamental. Sin embargo, el propósito de las compañías se volvió realmente relevante para consumidores y empleados. Entender cómo está aportando la empresa a mejorar la sociedad, entender cómo está buscando cambiar el mundo desde su esquina, cómo está agregando valor social.

Abramos los ojos, ya no se trata de comprar productos, los consumidores están comprando productos, propósitos y compromisos.

Por: Carlos Martínez, director estratégico de Trias Marketing

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