Empezamos 2018 con toda la actitud, confianza y positivismo como ingredientes principales para un año de mundial de fútbol y elecciones legislativas y presidenciales. La confianza que nuestros lectores siempre han depositado en nosotros nos sirvió para seguir entendiendo y aprendiendo del sector de la publicidad, el mercadeo y las comunicaciones. Gracias por contarnos al oído en P&M, los buenos y malos momentos que vivieron; valoramos esa información que nos legitima como medio especializado, además porque hace que nos comprometamos mucho más, no solo racional y emocionalmente, sino apasionadamente. A veces, somos el muro de las lamentaciones (sin el poder de hacer milagros) y otras, investigamos y profundizamos para poder entregarle información especializada a toda nuestra comunidad, que ayude a construir. Este siempre será nuestro norte. En P&M, tenemos abierto para ustedes, profesionales en formación y en ejercicio, un medio de comunicación con contenido exclusivo del sector en una multiplataforma con los cimientos de una marca próxima a cumplir 40 años.
Un mar de lágrimas y oportunidades
Las agencias de promociones, activaciones y eventos, popularmente llamadas BTL, se ven afectadas por los procesos y modelos de remuneración que desde hace ya bastante tiempo instauraron los departamentos de compras de servicios de mercadeo en diversas empresas. Sin duda, adaptarse a los cambios es difícil y los directivos de estas agencias han desarrollado habilidades financieras en sus equipos para administrar y sostener sus operaciones. Compras llegó para quedarse y hay que convivir con esta idea; las épocas de oro del BTL —años de uso y abuso de agencias y clientes— detonaron estos cambios. Entendemos lo difícil que es y el reto seguirá siendo evangelizar en los procesos de negociación, pero evolucionemos la conversación hacia el valor que tienen la creatividad y la ejecución, y su aporte a la consecución de los objetivos de los clientes.
El trucho, el probono y tantos otros premios que se entregan en los festivales, nos invitan a hacer un llamado a la creatividad con propósito, esa que se debe enfocar en hacer crecer los negocios, destacar las marcas y generar memorabilidad en la gente del común, en sus conversaciones. La imagen del país no se puede poner en tela de juicio y menos en festivales tan prestigiosos como Cannes Lions.
La consultoría. Ya está aquí. Nuevos actores entran a las comunicaciones de mercadeo: las empresas de consultoría. Ya lo analizamos y será un reto competitivo para las agencias de publicidad, en su modelo de operación y oferta de valor a los anunciantes. “Heads up”.
Evento Cartagena Inspira. Desde sus orígenes y esencia como Congreso Colombiano de Publicidad, este evento ha sido el punto de encuentro de los profesionales del sector en Colombia. Enhorabuena por los cambios del evento en su estructura de contenido, que actualizan su formato al de un evento internacional. Ahora el llamado es para las agremiaciones a trabajar en un solo frente integrador y resolver las diferencias en pro del evento. Es clave tener en cuenta la retroalimentación de los asistentes, con miras a la sostenibilidad del evento en el largo plazo.
Liderazgo colectivo. Asumamos una posición proactiva frente a los cuestionamientos que surgen del ejercicio del mercadeo y la publicidad en la sociedad colombiana. Es difícil tener la bola de cristal para prever los proyectos de ley que restringen las actividades de mercadeo, pero es un mensaje claro sobre la necesidad de investigar y analizar las tendencias mundiales para generar propuestas desde las agremiaciones que reafirmen el aporte de la comunicación para la economía del país.
La comunicación no es la solución a todos los problemas. La gestión de mercadeo es integral y la comunicación es importante; pero no lo es todo. Trabajar en mercadeo es analizar mercados, desarrollar y crear productos competitivos, crear y fidelizar consumidores, generar crecimiento y rentabilidad a las empresas; es una gestión dinámica y constante. Requiere una suma de disciplinas y especialidades y, en ocasiones, se malinterpreta que la comunicación es “hacer mercadeo”.
