Las billeteras virtuales son elementos que han facilitado las compras y transacciones, tanto para las personas como para los consumidores. Sin embargo, aún se presentan dudas en su uso y en la diferenciación con las compras online.

La forma en que los colombianos realizan sus compras ha cambiado drásticamente a través de los años y los canales digitales se han convertido en un aliado importante para los usuarios. Esto se ve reflejado en el último estudio de la Superintendencia Financiera de Colombia (SFC) que muestra que, en el segundo semestre del 2016, uno de los canales de mayor crecimiento a la hora de hacer transacciones fue el de la telefonía móvil con casi 85 mil operaciones realizadas por este medio, logrando un aumento de casi el 163% frente a años anteriores.

De esta manera, se hace evidente la tendencia del mercado colombiano de migrar a plataformas digitales a la hora de realizar sus compras y transacciones mediante soluciones como billetera electrónica y pagos móviles. Por eso resulta relevante conocer cuáles son las opciones disponibles, sus beneficios, ventajas, así como también los requerimientos que tiene el consumidor al momento de utilizar dichos mecanismos.

«Hay dos características que se deben atender. El primero es la educación. Es urgente que las entidades capaciten y eduquen a sus usuarios para fomentar el uso de estas aplicaciones como las billeteras móviles. Estos procesos deben ser continuos y no solo amarrados a una campaña de lanzamiento. El otro es generar una buena primera experiencia cuando se usan estos métodos. Si esa experiencia es amigable y le brinda al usuario transacciones que le brinden valor eso afianzará la usabilidad», afirmó Carlos Castro Abud, director de ventas región andina de VeriTran.

Billeteras móviles o electrónicas:

La billetera móvil de acuerdo a la Asociación Gremial Financiera Colombia (Asobancaria), es un programa o aplicación, que permite hacer transacciones con los comercios, como si fuera una tarjeta de crédito o débito. Lo anterior con el objetivo de pagar y cobrar. En Colombia, se cuenta con está tecnología desde el 2012, que permite disminuir costos para el usuario y generando cambios de hábitos de consumo, brindando comodidad (ante el hurto o perdida de los plásticos o ante los llamados “paseos millonarios” y clonación de tarjetas). Además, facilita el diario vivir de cada individuo que utilice dicho mecanismo.

Sin embargo, la implementación masiva de la tecnología de billetera electrónica, enfrenta todavía grandes retos. Por un lado, el cambio cultural para que los usuarios se acostumbren al uso del dinero digital y por otro, que los negocios e instituciones financieras realicen inversiones para innovar sus sistemas de cobro y habilitar el pago a través de lectores de Near Field Communication (NFC), sistema que sigue siendo muy baja en la región; lo cual reduce significativamente la cantidad de personas que podrían acceder a esta funcionalidad.

Pagos Móviles:

Los pagos móviles hacen referencia a un conjunto de servicios que permiten hacer transacciones financieras a través de los celulares. Por consiguiente, esta solución permite la utilización de cualquier producto bancario (como una cuenta corriente, caja de ahorro o puntos de un programa de lealtad) con cualquier celular (smartphone o baja gama) para realizar transacciones sin cambiar la tecnología, generando pagos a través de códigos QR o -por ejemplo- tarjetas de crédito virtuales de único uso.

Una implementación de pagos móviles permitirá que las personas que no forman parte del sistema financiero, pueda ingresar a él sin requerir grandes inversiones por parte de los comercios ni de los bancos que pueden atender a este segmento de usuarios a través de canales puramente digitales; habilitando así la inclusión financiera.

En conclusión, el 37% de la población colombiana tiene celulares inteligentes, además, el 55% de la población en el país tiene acceso a internet, lo que demuestra el crecimiento exponencial que han tenido las nuevas tecnologías.