Cuidado de los recursos, creación y promoción de capacidades, acompañamiento en las decisiones de inversión y fortalecimiento institucional son las premisas que apalancan la estrategia de sostenibilidad de Protección.
Desde cuando implementó la política de sostenibilidad como parte de su cultura corporativa, ha habido varios hitos en la historia de la compañía que le han permitido trascender y cumplir sus objetivos de desarrollo año tras año.
El primero de ellos se dio en 2014 cuando incorporó los lineamientos de inversión a los criterios ASG (ambientales, sociales y de gobierno corporativo), que marcaron el antes y el después de su cultura organizacional enfocada en garantizar su futuro en el contexto nacional y global.
El segundo hito se creó justo en 2021, con el advenimiento de la pandemia, cuando Protección engranó estratégicamente todas sus fortalezas para lograr que el 98% de sus servicios pudiera gestionarse de manera remota o virtual, sin necesidad de que sus usuarios tuvieran que acudir a alguna de sus oficinas de atención.
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Estos hechos son fundamentales para la organización, si se tiene en cuenta que para todos los que la conforman, la sostenibilidad se ha convertido en un activo intangible que “todos los días nos reta a transformarnos para adaptarnos a los mejores estándares, a ser innovadores y a anticiparnos para generar confianza”, como afirman sus directivos y líderes del área de Sostenibilidad.
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La estrategia de sostenibilidad que se ha venido ejecutando durante siete años está soportada en cuatro ejes principales:
01 Cuidado de los recursos con la convicción de que el futuro sostenible se construye conjuntamente.
02 Creación de capacidades que generan un impacto altamente positivo en el entorno de trabajo para los colaboradores y los clientes.
03 Acompañamiento en las decisiones de inversión.
04 Fortalecimiento de la institucionalidad, mediante la conversación y la escucha activa de todos los ciudadanos.
De esta manera, para Protección, la sostenibilidad es un asunto vital, ya que cuando se habla de este concepto se involucran temas sociales, de derechos humanos, de buenas prácticas laborales e incluso de inversiones responsables. Dado que la organización reconoce el poder transformador del valor compartido, el cual va más allá de ofrecer productos y servicios financieros, sus acciones se enfocan en la generación de bienestar a partir del ahorro y en la construcción permanente de confianza.
De este modo, Protección acompaña a millones de personas a cumplir sus sueños, incluyendo a los proveedores y sus equipos de trabajo. Y, finalmente, con los colaboradores también se han conseguido contribuciones positivas al medioambiente, enfocadas en la reducción del consumo de energía, agua y papel, y en la disminución de la producción de residuos.
