Por su gran potencial para la creación de ambientes y experiencias atractivos y efectivos para el consumidor, las locaciones o sitios donde se realizan los eventos son el eslabón fundamental en la cadena del event marketing.
Lo relevante al hablar de locaciones es romper viejos paradigmas y entender que hoy una locación es más que un espacio. Para empezar, una locación hace parte de la idea, pues el evento cambia toda su naturaleza dependiendo del sitio donde se hace.
Eventos musicales con artistas de talla internacional y nacional como el Festival Estéreo Picnic y Almax permiten ver la diferencia: uno se realizó al aire libre y el otro en una locación cubierta, lo que cambia completamente la experiencia del asistente.
De esta manera, no es arriesgado afirmar que el éxito o el fracaso de un evento dependen del sitio, pues entre otras cosas la locación define las condiciones creativas del evento y determina hasta dónde una agencia puede proponer algo diferente e innovador. Sin embargo, todavía hay miedo en nuestro mercado, el mayor tal vez es el de no darle al sitio la dimensión que verdaderamente tiene, porque con creatividad la cocina de una casa, la zona de asados en una finca, un parqueadero, una terraza, la sala de espera de un aeropuerto o cualquier sitio pueden impactar los sentidos y producir experiencias memorables.
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