El cuidado no se limita a nuestros seres queridos ni a nuestro propio bienestar. Cuidar también significa proteger el medio ambiente, ese hogar que nos sostiene y nos brinda la vida.
Kimberly-Clark y sus marcas Huggies, Kleenex, Scott y Kotex, entre otras, avanzan hacia sus metas de sostenibilidad para 2030; aunque el final de este camino en algún momento se veía lejano, está más cerca de lo que pensamos. Por eso, la compañía ha definido una estrategia con metas a corto, mediano y largo plazo. Siempre con el propósito de brindar productos sostenibles que se ajusten a las necesidades de sus consumidores y aporten al país.
Su estrategia ambiental se apunta a cuatro pilares: su huella de carbono, la huella forestal, la huella hídrica y el uso de plásticos. Gustavo Castellanos, gerente general de Kimberly-Clark para Colombia, Ecuador y Venezuela, declara: “En aras de un futuro sostenible, nos hemos trazado ambiciosos objetivos para 2030. Actualmente, en nuestras plantas de producción ubicadas en Tocancipá, Barbosa y Puerto Tejada, hemos implementado un sistema de gestión integral que permite el aprovechamiento total de los desechos generados, para evitar su disposición final en rellenos sanitarios. Este logro marca un hito en nuestro compromiso con la sostenibilidad”.
Para alcanzar sus objetivos, Kimberly-Clark trazó una ruta en la que se destacan los siguientes aspectos:
- Mejorar la vida y el bienestar de mil millones de personas en comunidades vulnerables en todo el mundo.
- Reducción de la huella de plástico en 50 %.
- Reducción de la huella de fibra forestal en 50 %.
- Reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en 50 %.
- Reducción del impacto en la huella hídrica en 50 % en zonas con estrés hídrico.
Para alcanzar estas metas, Kimberly-Clark está implementando una serie de acciones:
- Uso de materiales alternativos renovables, reciclados o reutilizables.
- Inversión en investigación y desarrollo para un uso más eficiente de los materiales.
- Participación en el proyecto 30/30 de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI) para reducir el 30% de los empaques plásticos para 2030.
- Implementación de proyectos de recirculación de agua para reducir el consumo.
Algunos ejemplos de su progreso:
- La planta de Puerto Tejada ha ahorrado 500 metros cúbicos de agua por día, gracias a un proyecto de recirculación.
- Se han plantado más de 2.000 árboles para proteger las cuencas de agua en el área de influencia de las plantas.
- Conseguir que el 75 % del material de sus productos sea biodegradable o recuperado.
- A 2022, la compañía global alcanzó que el 98 % de sus empaques sean envases reutilizables, reciclables o compostables, y está trabajando para llegar al 100 % en 2025.
Respecto a los desafíos que se han presentado para reducir la huella ambiental, Castellanos revela: “Uno de nuestros principales desafíos como empresa es encontrar el equilibrio entre satisfacer las necesidades de nuestros consumidores y, al mismo tiempo, cumplir nuestros compromisos de sostenibilidad. Esta conciliación de objetivos es un reto constante, pero en Kimberly-Clark la sostenibilidad es una estrategia corporativa que refleja nuestra visión y nuestro compromiso diario con un mejor cuidado para un mundo mejor”.
Recientemente, la compañía lanzó en Colombia la línea Huggies Eco Protect, con menos plástico, que cuida la piel del bebé y, al mismo tiempo, el planeta. Esta nueva línea de producción ofrece pañales desechables, hechos con materiales suaves y a base de plantas, elaborados con menos plástico virgen y fibras 100% naturales y certificadas, con hasta 12 horas de superabsorción. “Sabemos que los consumidores están cada vez más preocupados por el medioambiente y, con la creación de la línea Eco Protect, queremos ofrecer una alternativa a las familias, que garantice protección y cuidado al bebé, a la vez que sea más sostenible”, afirma Castellanos.
Kimberly-Clark trabaja en conjunto a través de la innovación y la investigación para lograr sus objetivos de manera simultánea. “La innovación debe ser un elemento central en las estrategias de las empresas para alcanzar sus metas de responsabilidad social. Debe enfocarse en habilitar el cumplimiento de las necesidades de los consumidores con productos que mejoren su cuidado, a la vez que reducen su impacto ambiental”, asegura Gustavo.
El reto es unificar y trabajar en conjunto con todas las partes de la cadena de valor, desde clientes comerciales a proveedores. Con un trabajo en equipo, Kimberly-Clark mejora la vida de las personas mientras trabaja para cuidar los sistemas naturales con estrategias innovadoras que ofrecen mejores productos, reducen su impacto ambiental y generan un impacto positivo en las comunidades donde opera.
Artículo publicado en la edición #491 de los meses de abril y mayo de 2024.
Este artículo es una colaboración paga con Kimberly-Clark
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